Despacio pero con buena letra. Las obras del barranco de la Cala de Finestrat, que permitirán reducir al máximo las inundaciones que se producen cuando llueve con fuerza, encararán en los próximos meses su segunda fase que, si los plazos se cumplen, estaría terminada antes del verano.

Así lo avanzó ayer el Ayuntamiento, que hoy mismo llevará a pleno uno de los últimos escollos del proyecto entero para canalizar dicho barranco y que se pueda terminar al completo. La propuesta incluye la autorización para poder verter las aguas que bajan por el barranco al mar.

El proyecto tiene pendientes aún dos fases de actuación después de que la primera, iniciada a finales de octubre y con un presupuesto de 193.057,85 euros, ya haya terminado. Como ya publicó en aquel momento este diario, esos trabajos consistieron en la adecuación de 500 metros del barranco mediante escolleras para reducir la velocidad del agua cuando llueve. De hecho, el temporal de este pasado fin de semana, con el que cayeron 60 litros por metro cuadrado, fue la prueba de fuego de estos nuevos trabajos cuando se pudo comprobar que sí se había reducido la velocidad de la avenida de agua.

Para poder terminar el proyecto entero y llevar a cabo las dos fases, el Consistorio necesitaba los informes favorables de los organismos correspondientes, tanto de la Dirección General del Agua de la Conselleria, como de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Medio Ambiente.

Tras obtenerlos, lo que se debatirá en el pleno es un «paso administrativo previo» que consiste en aprobar las «condiciones que nos han trasladado estos organismos para poder continuar las obras», según explicó el alcalde Juan Francisco Pérez.

Limpieza y mantenimiento

Entre esos requerimientos, la Dirección General de Aguas establece que se mantengan las «condiciones adecuadas», sobre todo de limpieza y mantenimiento del interior de la canalización, «para que no se produzcan vertidos de materiales sólidos acumulados por arrastre por las lluvias que puedan afectar por contaminación, aterramiento o enturbiando el ambiente de las praderas de Posidonia».

Así, Finestrat deberá «cumplir estrictamente con los planes de mantenimiento, vigilancia y limpieza de los mismos», según recoge el expediente. Sobre esta cuestión, el primer edil explicó a este diario que el Ayuntamiento ya realiza estas tareas desde hace años, por lo que se podrá cumplir lo que han pedido ambas administraciones sin problema.

Una vez salvado este escollo burocrático, el Consistorio, a través de la concesionaria Hidraqua, que es quien está llevando a cabo los trabajos, podrá realizar la segunda fase y parte de la tercera. Así, Pérez explicó que la transición entre el canal abierto del barranco hasta donde comenzará el canal subterráneo (segunda fase) se llevará a cabo antes del verano junto a la preparación de los servicios para su desvio provisional.

«Dejaremos todo preparado para parar en verano con la temporada estival y, nada más terminarla, poder comenzar con la tercera fase» que consistirá en ese tramo subterráneo de 200 metros de longitud que verterá todas las aguas pluviales al mar por debajo de la avenida Marina Baixa. Si los plazos se cumplen, «antes de terminar el año, esperamos tener todas las obras acabadas».