Intentar ordenar uno de los principales problemas que arrastra desde hace años la movilidad en el casco urbano de Benidorm sin dejar demasiados descontentos por el camino. El Ayuntamiento de Benidorm se ha puesto manos a la obra para tratar de ordenar el tránsito de autobuses de transporte discrecional, los que dejan a los turistas en la misma puerta de su hotel, y poner fin al colapso que por esta causa padecen diariamente calles como Ruzafa o la avenida de los Almendros, en pleno centro de la ciudad. Todos los días, pero especialmente agravado los fines de semana.

Para ello, el gobierno local de la ciudad reunió ayer a una docena de representantes de hoteles y empresas de transporte, dentro del conocido como Plan de Transporte Urbano Sostenible (PTUS) de Benidorm, para exponer la problemática y pedir su colaboración para intentar poner orden en este galimatías.

Como ya publicó en su día este diario, un estudio realizado por el departamento municipal de Movilidad ha llegado a contabilizar el paso de hasta 150 autobuses diarios que recorren estos viales, principalmente, para recoger o dejar turistas en las puertas de los hoteles, pero también para otro tipo de actividades, entre ellas las excursiones sin regulación que organizan los conocidos como «manteros». Ante esta situación, el Consistorio ha pedido a todos los hoteles de la zona que colaboren aportando datos sobre cuántos autobuses dejan o recogen cada día turistas de su establecimiento o qué horas previstas tienen de llegada, entre otras, con el fin de poder programar desde el horario con el que evitar que dos o más autobuses confluyan a la misma vez, en una misma parada, y acaben por bloquear la circulación al resto de vehículos.

«Se trata de incorporar las herramientas de la 'smart city' que ya estamos desarrollando en otros ámbitos a la gestión del tráfico», manifestó el concejal delegado del área de Movilidad, José Ramón González de Zárate, quien además expresó que en la ronda de reuniones se va a incluir también a las empresas de apartamentos turísticos, para escuchar su opinión y que puedan aportar ideas a este plan de trabajo.

El edil recordó que, legalmente, el Ayuntamiento no dispone de ninguna posibilidad de prohibir el acceso de autobuses discrecionales al centro urbano y que, en cualquier caso, «esta tampoco es la línea de trabajo que queremos llevar. El objetivo es colaborar y consensuar medidas entre todos, pero sin restringir ni prohibir».

Entre las medidas que también se plantearon, además de establecer unos horarios para cada autobús, figura una reestructuración de las paradas en las que pueden estacionar los distintos vehículos en función del hotel al que lleven o recojan a sus clientes, además de aplicar más mano dura en el caso de las excursiones sin licencia.