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Benidorm

Un proyecto plantea reconvertir en oficinas un edificio «fantasma» en el centro de Benidorm

Los propietarios presentan un plan para cambiar el uso del suelo y poder incrementar su edificabilidad a cambio de cesiones

Una de las fachadas del edificio, donde se observa su avanzado deterioro. En la lateral, la finca luce un mural del pintor Baeza. DAVID REVENGA

Uno de los pocos «garbanzos negros» que, urbanísticamente hablando, existen en el centro de Benidorm podría tener los días contados. Propietarios de un viejo edificio abandonado desde hace años en el número 3 de la céntrica vía Emilio Ortuño, a escasos metros del Ayuntamiento y de la conocida como plaza Triangular, han presentado en el Consistorio un proyecto de reforma interior (PRI) que llevan años gestando para reconvertir en oficinas este edificio «fantasma», deshabitado desde hace casi dos décadas y que sólo mantiene actividad en sus bajos comerciales, donde se ubican un restaurante y un bingo. El proyecto se encuentra en una fase muy avanzada de tramitación por parte de la concejalía de Urbanismo, que este mes -o como mucho tardar al próximo- podría llevar a pleno la aprobación inicial del convenio para dar luz verde al mismo.

Fuentes de este departamento municipal explicaron que el cambio urbanístico para favorecer la reconversión de este inmueble se llevará a cabo por medio de un PRI debido a la voluntad de los propietarios de acogerse a las mismas normas fijadas por el Plan de Incentivación Hotelera y que también son extensibles a otro tipo de edificios al margen de los de alojamiento.

En concreto, el proyecto, registrado bajo el nombre de «PRI Antiguos Talleres Renault» plantearía el derribo del actual inmueble, construido en el año 1964, y la construcción de una nueva finca con mayor edificabilidad de la que le correspondería, a cambio de realizar distintas cesiones al patrimonio municipal. Según datos recogidos en el proyecto, los propietarios del edificio, que ocupa una superficie unos 1.300 metros cuadrados y tiene algo más de un millón de m2 de edificabilidad lucrativa, plantearían incrementar dicha edificabilidad en unos 1.200 m2. Por esta operación, el Consistorio percibiría a cambio la cesión de más de 600 metros cuadrados de suelo en la misma parcela, que podrían destinarse a ampliar viales, aceras e, incluso, la propia Biblioteca municipal, al existir la posibilidad de obtener un local dotacional anexo a la actual sala de lectura.

La edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, explicó que, además, los propietarios estarían dispuestos a ceder al patrimonio municipal el mural del pintor alicantino Manuel Baeza que luce en una de sus fachadas y que podría ser retirado, restaurado y colocado en otro espacio público por su alto valor cultural. Otras fuentes municipales destacaron el «beneficio social y urbanístico» que la aprobación de este PRI podría acarrear para la ciudad, al margen del meramente económico. Y lo justificaron afirmando que el mismo permitiría levantar una nueva y moderna edificación sobre la actual, que en su día incluso estuvo okupada y que presenta un lamentable estado de conservación.

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