«Ahora para arriba, mañana para abajo y al otro dirán que fuera coches... Esto es de locos». El cambio de dirección del tráfico en nueve calles del centro aplicado por el Ayuntamiento de Benidorm pilló al despiste a muchos vecinos que, bien andando o bien en coche, se vieron sorprendidos por la presencia de vehículos donde no los esperaban.

Como ya avanzó este diario, la Concejalía de Movilidad ha acordado el cambio de sentido de casi una decena de viales, que se suman a los que ya lo habían cambiado meses atrás -como la calle Marqués de Comillas-, para dar salida al tráfico del casco urbano tras la ampliación de la peatonalización en la parte baja de Tomás Ortuño. A partir de ayer, Maravall deja de ser una calle de bajada para serlo de subida, desde el Parque de Elche hasta Tomás Ortuño, mientras que muchas de sus intersecciones también han cambiado el sentido de la marcha, al igual que las calles del entorno de la plaza de España. En concreto, el total de calles afectadas son: Urano, Roldán, Puig Campana, Plutón, Verge de la Mercé, Mercurio, Apolo XI y Jazmín, además de la ya mencionada Maravall. En todos los casos, los vehículos deberán circular a partir de ahora en dirección contraria a la que lo venían haciendo anteriormente.

Pese a que inicialmente se preveía que la jornada de ayer fuera caótica en cuanto a la circulación en los viales afectados, la realidad estuvo marcada en muchos de ellos por la ausencia de vehículos, a excepción de momentos puntuales del día. El principal motivo fue el desconocimiento de las nuevas medidas por parte de los conductores, pero también el hecho de que muchas vías todavía estaban en obras de adecuación, lo que llevó a la mayoría de vehículos a seguir empleando Jaime I como principal itinerario para salir del centro.