La plaga de la Xylella que afecta a los almendros de Alicante y la forma de actuar para combatirla del Consell volvió a hacer estallar la tensión entre agricultores y técnicos de la administración valenciana. Así, unas 30 personas se congregaron ayer en Tárbena para intentar parar, sin éxito, las máquinas que querían talar árboles por la Xylella. Los afectados explicaron ayer a este diario que Asaja presentó hace dos meses un recurso de alzada a la orden del tercer brote, que no les habían contestado por el Consell, por lo que se entendía que, por «silencio administrativo positivo», se aceptaban las medidas cautelares planteadas por Asaja, entre otras la paralización del arranque.

Sin embargo, los técnicos del Consell rechazaron ayer frenar la tala, según los afectados porque «si un juez no lo dice, no paramos».