¿En qué quieren los vecinos que se gaste una parte de los presupuestos? Esta es la pregunta que se hacen cada vez más los ayuntamientos. Los presupuestos participativos están en auge y la mayoría de pueblos de la comarca ya los han puesto en práctica e, incluso, han elaborado reglamentos específicos para darle voz y voto a los residentes y sus ideas.
Municipios como Benidorm, La Vila, Altea o La Nucía ya destinan en sus cuentas municipales una parte para que los vecinos elijan qué hacer con ellas.
En Benidorm, 2016 fue el primer año en el que se hizo un presupuesto realmente participativo. A través de un reglamento específico se estipuló que al menos el 5% del presupuesto de inversiones para ese año tenía que destinar a proyectos elegidos por los ciudadanos.
La partida presupuestaria arrancó en 90.000 euros pero acabó siendo de 105.000 euros. Pero además, se añadieron otros 75.000 euros para proyectos que habían pedido los vecinos, siendo el total de 180.000 euros para los presupuestos participativos.
Para 2017, el importe fue de 235.000 euros, sin embargo, las diferentes actuaciones que se están llevando a cabo, como la creación de una pasarela para unir el barrio de Els Tolls con la zona deportiva y escolar, también solicitada por los residentes, ya ha subido esa cifra porque sólo esta obra es de 285.000 euros, según informaron fuentes municipales. El Ayuntamiento además ha atendido otras propuestas en otras partidas como el Plan de Accesibilidad o 200.000 euros más para asuntos del Consejo Vecinal, según las mismas fuentes. Ahora habrá que esperar a ver cuál es el importe para 2018.
En La Vila, hace apenas una semana que se aprobaron los proyectos que se van a llevar a cabo este año. Aunque se había estimado un gasto de 45.000 euros, tras estudiar las propuestas, se decidió incrementar a entre 60.000 y 70.000 euros, todo dependiendo de lo que cuesten en total las actuaciones elegidas. De las 13 propuestas presentadas por los residentes, se van a llevar a cabo cinco: la creación de huertos urbanos; la reparación y rehabilitación de la plaza del Castell; el alumbrado en la nueva zona deportiva del barrio de la Cala con cuatro columnas troncocónicas de seis metros de altura; el cambio del suelo de la zona infantil del Barranquet y la creación de un parque para practicar skate también en el barrio de la Cala.
Además, según las fuentes consultadas por este diario, la intención es elaborar un Reglamento de participación ciudadana específico para que haya unas bases para próximos años.
Por su parte, el Ayuntamiento de La Nucía ha destinado una partida de 200.000 euros para llevar a cabo las mejores propuestas ciudadanas en 2018. El proceso de selección aún está en marcha y los proyectos se darán a conocer en unos días.
En Altea, este año se ha dado por primera vez voto a los ciudadanos. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 100.000 euros, correspondientes al 50% del Fondo de Cooperación de la Generalitat Valenciana, es decir, se ejecutarán proyectos hasta llegar a esa cuantía. La concejalía de Participación Ciudadana dio a elegir tres de los doce proyectos que planteó en una votación que finalizaba el pasado 31 de octubre.
La propuestas más votada fue la apertura de la calle Filarmónica; en segundo lugar la puesta a punto de la Casa del Agua; y por último, el acondicionamiento del solar contiguo al conservatorio.
Aún pendiente
Algunos de los municipios con más habitantes de la Marina Baixa aún no han puesto en marcha los presupuestos participativos, aunque lo tienen en mente. L'Alfàs del Pi, según explicaron fuentes municipales, ha llevado a cabo en estos años alguna iniciativa concreta pero no tiene una partida destinada a este fin.
En Finestrat, en el último pleno, se habló de este tema y se puso sobre la mesa la opción de llevarlo a cabo pero están estudiando cómo. Por su parte, Callosa d'en Sarrià aprobó en el último pleno el reglamento para aplicar los presupuestos participativos en las cuentas municipales de 2019.
