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Las estaciones de esquí no pueden con Benidorm

Los hoteles de la capital de la Costa Blanca superan sus previsiones durante los puentes de la Constitución y la Inmaculada

Algunos se atrevieron a tomar el sol en bañador, aunque la mayoría optó por pasear frente al mar. josé palazón

Contra cualquier pronóstico. Los hoteles de Benidorm han vuelto a superar sus previsiones, logrando un pico en los niveles de ocupación durante los puentes de la Constitución y la Inmaculada, cuyo tirón se prolongará hasta el próximo domingo 10 de diciembre. Así, los alojamientos de la ciudad turística han conseguido resistir la principal amenaza a la que se enfrentaban durante estas jornadas, las estaciones de esquí. De hecho, en el último momento, las reservas se han disparado llegando a crecer 10 puntos sobre las previsiones anunciadas hace tan solo una semana; un incremento que la patronal hotelera Hosbec atribuye a lo económico que resulta el destino durante esta época del año frente a la nieve.

Sea como fuere, lo cierto es que Benidorm se ha vuelto a llenar pese al inicio de la temporada de esquí y algunos establecimientos incluso pudieron colgar ayer el cartel de completo, como afirmó a este diario el presidente de Hosbec, Toni Mayor. Cabe destacar que las previsiones que manejaba hace unos días la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) estimaban que la ciudad alcanzaría una ocupación del 85%, 15 puntos por encima de la media prevista para el resto de destinos del litoral valenciano, que se quedaba en un 70%. Sin embargo, en el último momento la planta hotelera de la capital de la Costa Blanca ha conseguido superarse y rozar el 95% de plazas vendidas, apuntó el líder de la patronal.

«Las estaciones de esquí tienen una capacidad limitada y, además, están más cotizadas en este momento del año», señaló Mayor, quien justificó así el aumento de ventas experimentado durante las jornadas previas al inicio del puente. En ese sentido, el líder de la patronal también señaló que estas festividades son de las más baratas del ejercicio para el bolsillo del turista que visita Benidorm, por lo que no es de extrañar que, en el último instante, la ciudad se haya llenado.

El sol de diciembre

Asimismo, el ligero incremento de las temperaturas ha venido a propiciar también ese incremento de turistas experimentado en Benidorm. De hecho, el sol brilló durante toda la mañana de ayer, lo que dejó estampas de lo más llamativas en la playa de Levante, la más turística de la ciudad, donde los más valientes se atrevieron a quedarse en bañador para broncearse, aunque no fue la tónica general. La mayoría de visitantes optaron por disfrutar de los últimos rayos del año en las terrazas de los bares y restaurantes de la capital de la Costa Blanca. Algo que, a la postre, permitirá hacer buena caja también no sólo a los hoteles, si no a los establecimientos de hostelería, aunque aún es pronto para valorar resultados.

Los comercios serán los otros grandes beneficiados de esta avalancha de turistas. Las calles más céntricas de la ciudad, de hecho, eran ayer un auténtico hervidero de gente y muchos aprovechaban ya para hacer las primeras compras navideñas durante sus vacaciones en Benidorm.

La cara más negativa fueron las colas de coches que durante la mañana de ayer colapsaron el centro de la ciudad. La llegada masiva de visitantes procedentes de otros puntos del país, que lo hacen a través de la carretera, sumado a que ayer era una jornada laborable, provocó un fuerte tapón en calles como Ruzafa o Almendros, en pleno centro.

Obras en marcha

A ello hay que añadir que un tramo de la calle Tomás Ortuño sigue en obras para su peatonalización lo que, sin lugar a dudas, también pilló a muchos turistas habituales por sorpresa, generando así más tráfico del deseado.

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