Los hoteleros, que durante los años más complicados de la crisis vieron el programa de vacaciones para mayores del Imserso como una forma de mantener el negocio en marcha en invierno, se han cansado de perder dinero. La secretaria general de la patronal hotelera de la Costa Blanca (Hosbec), Nuria Montes, se reunió ayer en Madrid de la mano de la patronal española Cehat con los responsables del Instituto de Mayores y Servicios Sociales para reclamar un incremento del 20% en la tarifa diaria.

En estos momentos, hoteles de costa como los de la Comunidad Valenciana (principalmente Benidorm) ingresan apenas 18 euros por cliente y día en régimen de todo incluido, hasta la animación para los mayores. Los precios cerrados y con el IVA son de 21 euros para los hoteles de tres estrellas, y de 21,5 euros para los de cuatro estrellas.

La petición de Montes, que en este caso representa a todos los hoteles de España, pasa por fijar un precio de referencia de 25 euros para el próximo concurso, que debería lanzarse en pocos meses. Cabe recordar que el actual contrato del Imserso expira esta edición, y que debería sacarse un nuevo concurso público para los dos próximos años. Sin embargo, desde el Imserso no tienen claro aún si lo prorrogarán otro año más, según trasladaron ayer. De ser así, se antoja más complicado revisar las tarifas. En unos días, el instituto público trasladará su decisión final.

El sector -empresarios y empleados- acaban de firmar un convenio colectivo que contempla una subida de ocho puntos los próximos cuatro años. «Son precios que no se sostienen», lamenta la representante de los hoteleros.

La costa valenciana y en especial Benidorm son, junto a Canarias, los destinos tradicionales de las vacaciones de invierno para los mayores cofinanciadas por el Estado. Tradicionalmente, se han convertido en una herramienta que ayuda al empresario a mantener la plantilla y las instalaciones en funcionamiento en temporada baja. El sector suele ser fiel al plan. Salvo los que cierran por reforma, ninguno suele darse de baja.

El problema para el empresario, sin embargo, estriba en que mientras el servicio y las instalaciones han elevado mucho la calidad, y el usuario también ha incrementado la exigencia -su perfil no es el mismo que el del pensionista de los años 80, mucho menos viajado- los precios siguen siendo bajos.

Según los cálculos de la patronal, por cada euro que pone el Estado para este programa recupera 1,5 en forma de impuestos (IVA, IRPF) y de prestaciones por desempleo que se ahorra. Este plan incluye más de un millón de plazas en toda España, de las que la Comunidad comercializa aproximadamente 180.000 paquetes turísticos, en Benidorm casi todo y también en Gandia, Benicàssim, Guardamar o Torrevieja.