Varios apicultores de la comarca de la Marina Baixa se personaron ayer desde las 6.00 horas de la mañana en uno de los campos donde tienen apiarios para evitar una posible fumigación. También representantes de la asociación agrícola Asaja acudieron a este lugar, donde hace unos días ya se vieron pasar las máquinas de fumigación de Tragsa. En cambio, ayer, los operarios no acudieron, lo que evitó el conflicto.