Ayer era un día importante, el de la patrona de Benidorm, la Mare de Déu del Sofratge. Por ello, tanto festeros como vecinos se echaron a la calle para celebrar esta jornada cuyo acto más emotivo fue la Solemne Procesión en honor a la Virgen.

Una imagen que este año partió de la Iglesia de San Jaime y Santa Ana renovada. Y es que estrenaba andas en esta ocasión para que sus «mariners» la portaran sobre sus hombros. Este método de apoyo se ha cambiado para estas Fiestas Mayores Patronales y se ha hecho más corto y en un calor azul oscuro. Esta nueva medida hizo que sólo cinco Mariners de la Mare de Déu pudieran ir en cada parte del palanquín, la mitad de los que solían ir antes, lo que ha hecho que tuviera que controlarse todo al milímetro. Y es que, las nuevas andas llegaron el jueves por lo que los ensayos con ellas han tenido que ser intensos para que todo fuera perfecto.

La Verge del Sofrarge salió puntual del templo al ritmo del replicar de las campanas a hombros dels Mariners de la Mare de Déu. Desde ahí comenzó su recorrido por la calle Mayor acompañada de miles de devotos, algunos con lágrimas en los ojos, al paso de la patrona.

La comitiva la iniciaron los representantes de la iglesia seguidos de los mayorales de honor con sus cirios blancos. Tras ellos un amplio grupo de «manolas» que este año se ha multiplicado llegando a medio centenar.

San Jaime llevado por sus costaleros fue el siguiente en arrancar su paso por la calle Mayor seguido de las Reinas y damas y los «mariners» de la Virgen, cada año con más niños que participan. También en el desfile el abanderado Miguel Riquelme y su familia y el pregonero Juan Ángel Ferrer.

En ese momento, la Mare de Déu del Sofratge salía de la Iglesia con el replicar de campanas y el aplauso del público que se congregó en la plaza de Sant Jaume para verla salir del templo. Acompañándola una amplia representación municipal con el senador Agustín Almodóbar, el alcalde Toni Pérez, y los presidentes de la Comissió de Festes, Antonio Vicente Fuster, y el de la Associació de Penyes, Mariano Nájera, así como concejales y representantes de los cuerpos de seguridad.

La Procesión estuvo marcada por el silencio sólo roto por la música con tono solemne de las tres bandas, La Unión Musical de Benidorm, L'Illa y La Nova.

Los cirios acompañaron a los devotos durante todo el recorrido que fue por las calles Alameda, Los Ángeles, Pintor Lozano, Virgen del Sufragio, Martínez Alejos, Paseo de la Carretera, Santa Faz y de vuelta a la plaza de Sant Jaume.