Las obras del barranco de La Cala de Finestrat, que comenzaron esta semana, permitirán eliminar el 90% de las avenidas de agua que sufre esta zona cada vez que llueve con intensidad. Así lo afirmó el alcalde, Juan Francisco Pérez, este lunes en una visita a los trabajos que se están acometiendo junto al gerente de Hidraqua, Javier Díez, el director del proyecto, José Ramón García Pastor y varios ediles del gobierno.

Es la concesionaria del agua y alcantarillado Hidraqua quien finalmente está realizando estas obras para minimizar las inundaciones en primera línea de playa.

La actuación, como ya publicó este diario, se está acometiendo en el tramo que discurre desde el puente de la avenida de Finestrat hasta la avenida Marina Baixa y corresponde a la primera fase de las obras con un presupuesto de 193.057,85 euros.

El primer edil explicó además que, el10% restante, «se va a minimizar porque más de la mitad de ese caudal de agua será canalizado de manera subterránea» en los trabajos que se llevarán a cabo en las otras dos fases del proyecto que actuarán sobre un total de 900 metros desde ese mismo puente hasta el desagüe y vertido en el mar con un presupuesto total de 1.368.962 euros.

En concreto, las obras de canalización del barranco tienen como principal objetivo ralentizar la velocidad de las avenidas de agua y, con ello, reducir la peligrosidad del encauzamiento por el riesgo de arrastre. Al mismo tiempo, estos trabajos aseguran una capacidad de desagüe suficiente para evacuar un caudal de 28,20 m3/sg, conforme establece el Plan Director de Defensa contra las inundaciones en la Marina Baixa de la CHJ.

El alcalde explicó que «estamos visitando una obra histórica con la que solucionamos el mayor problema que teníamos en La Cala en los últimos años y, sobre todo, con la que garantizamos la seguridad de vecinos y turistas».

Desde Hidraqua, su gerente Javier Díez, definió esta obra como «emblemática» dentro de un plan de inversiones hídricas que se va a realizar en Finestrat. «Además vamos a ejecutar obras hidráulicas muy importantes en el casco histórico para reducir los daños de las inundaciones que también incluyen mejoras en la calidad del agua para evitar problemas de turbidez como los de los últimos temporales».

El plazo de ejecución de esta primera fase es de 2 meses. Una vez finalizada continuarían los trabajos de la fase 2 y 3 de manera simultánea. El director del proyecto explicó que, en caso de marchar los trabajos según la previsión, la obra completa podría estar acabada antes del verano.