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Benidorm

Los nuevos «inquilinos» del Selomar

La comunidad que linda con el antiguo hotel denuncia ante el Consistorio la existencia de ratas y cucarachas en el interior de la finca, ubicada en primera línea de playa en el paseo de Levante

La fachada del hotel Selomar en una imagen reciente. david revenga

Hartos. Los vecinos del edificio Emalco, que linda con la finca que en su día albergó el Selomar, están cansados de tener que convivir día tras día con este inmueble que, según denuncian se ha convertido en el cobijo de ratas, cucarachas, gatos y pulgas. Así lo ha denunciado la comunidad de propietarios en un escrito presentado ante el Ayuntamiento, al que he tenido acceso este diario, donde se pide a la administración local que actúe para evitar las molestias que está generando a los residentes estos desagradables nuevos «inquilinos» del edificio que antaño fue un hotel de renombre en Benidorm.

Ubicado en primera línea de playa, en el paseo de Levante, el edificio del Selomar lleva una década cerrado a cal y canto y ha sido el cobijo de «okupas» así como el escenario de un incendio que tuvo lugar hace dos años. Con todo, no fue hasta hace unos meses cuando la propiedad del inmueble se decidió a realizar una serie de obras de adecuación en la finca para asegurar el buen estado de la misma, como le venía reclamando el Ayuntamiento. Fue entonces cuando los vecinos del edificio anexo al Selomar empezaron a escuchar unos extraños ruidos por la noche. «Se oían como gritos, como si le estuvieran pegando a alguien, pero al asomarnos vimos que eran gatos», apuntan los propietarios del edificio Emalco.

Las molestias han ido a más durante los últimos meses y, de hecho, aseguran en el escrito que han presentado ante el Consistorio que en el interior del inmueble hay «plagas de cucarachas, pulgas, ratas y gatos». De ahí que hayan solicitado al Ayuntamiento que «adopte medidas urgentes para concluir con esta situación tan molesta para los vecinos».

Una solicitud que, de momento, no tendrá efecto alguno según apuntó ayer la edil de Patrimonio, la popular Lourdes Caselles, puesto que, según explicó a este diario, la Policía de Benidorm se personó en el inmueble tras recibir el escrito de quejas de los vecinos y no vislumbraron nada. «No se vio nada y, por tanto, no podemos hacer nada», explicó ayer la edil del PP, quien recordó que los operarios prosiguen con las obras de adecuación para, entre otras cosas, tapiar la finca y evitar la entrada de moradores a la misma.

No hay que olvidar que hace unos meses se anunció la venta del edificio a una importante cadena para devolver la actividad hotelera a este emblemático edificio de Benidorm.

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