Altea vibró ayer con la espectacular Entrada Cristiana que comenzó a las 20.00 horas. El gran boato de Els Conqueridors, con más de quinientas personas que acompañaban a sus cargos festeros Anabel Antón (abanderada), Jovi Ivars (embajador) y Feli Sáiz (reina) montados en sendas carrozas puso el broche de oro al desfile de las diez filaes cristianas. De igual modo, el pequeño de seis años Marc Mora, alférez de la filà Corsaris, conquistó al público con su simpatía y espontaneidad desde lo alto de un barco inspirado en la película «Piratas del Caribe».

El desfile por la avenida Jaume I lo iniciaron la Reina de Fiestas, Elena Salvador, y su corte de honor para darle paso al abanderado cristiano de la Federació de Moros i Cristians Sant Blai, Sergi Alguacil. Tras él, su filà Els Maseros desfilaba precediendo a Els Cebers, Cristians de la Muralla Contrabandistes y Carteia. Acto seguido aparecía la Filà Corsaris, guardia de honor del alférez Marc Mora. Su boato mostraba a gran cantidad de niños que aprendían el dominio de la espada, cartografía y el arte de la navegación. Los Creuats d'Altea y Cristians d'Altaia dieron paso a Els Conqueridors con caballos, guerreros, gentes del pueblo, músicos, danzarinas, aves rapaces y machos cabríos, animal que es la mascota de la filà.

Embajada Mora

Por la mañana tuvo lugar la Embajada Mora en la plaza de la Iglesia, donde se erige el castillo. Las huestes de la media luna comandadas por la embajadora de Moros d'Arsem, Lydia Junquera, conquistaron la fortaleza tras la batalla contra las tropas cristianas con su reina Feli Sáiz, de Els Conqueridors, al frente. De nada valieron las palabras para evitar la lucha. La embajadora dijo que ganaría «palmo a palmo esta tierra mora» y la reina arengó a sus tropas «por nuestra Fe, por San Blas y por el Cristo».