Dos exalcaldes y un exconcejal de Finestrat serán juzgados hoy por permitir la instalación de un mercadillo en una rambla inundable de la Cala de Finestrat, donde una riada se cobró la vida de un matrimonio británico en 2011.

La Fiscalía pide provisionalmente sendas penas de cuatro años de prisión para cada uno de ellos. La vista oral, que ya se suspendió hace unos meses, se celebrará en el juzgado de lo Penal número 1 de Benidorm.

Los procesados son el que fuera alcalde socialista de 1983 a 2007, José Miguel Llorca Llinares; el alcalde del PP entre 2007 y 2015, Honorato Algado; y el concejal de Seguridad Ciudadana de esa legislatura, Tomás Gaspar Sellés Llorca.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Llorca autorizó en 1984 la instalación del mercadillo en el llamado Barranco de la Cala de Finestrat, un cauce de dominio público hidráulico del Estado, sin la «preceptiva autorización administrativa» de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Ese mercadillo fue explotado por una empresa con una concesión administrativa hasta que pasó a ser gestionado directamente por el Consistorio en 2009, cuando ya era alcalde Honorato Algado.

Este último mantuvo la ubicación de los puestos y, tanto Llorca Llinares como Algado impulsaron la urbanización de esta rambla «sin solicitar autorización al organismo correspondiente y sin efectuar un estudio previo sobre su impacto en la evacuación de aguas del cauce», asegura el fiscal.

El 21 de octubre de 2011 una fuerte tromba de agua descargó sobre la Cala, lo que desembocó en una riada que arrastró el centenar de puestos del mercadillo municipal y toda su infraestructura. Un matrimonio británico falleció, y otras dos personas resultaron heridas.

La Fiscalía acusa provisionalmente a los exalcaldes y al exedil de dos delitos de homicidio, otro de lesiones y un cuarto de daños, todos ellos cometidos, presuntamente, por una imprudencia grave.