El Ayuntamiento de Benidorm y la Associació de Penyes Verge del Sofratge, el colectivo festero con mayor número de asociados en la ciudad, quieren estrechar aún más el cerco sobre las peñas formadas en su mayoría o íntegramente por menores de edad. Así lo anunció ayer el concejal de Fiestas, Jesús Carrobles (PP), quien, a falta de dos meses para las Fiestas Mayores Patronales, ha adelantado que el Ayuntamiento cambiará este año el bando regulador de sedes festeras para prohibir la apertura de un local a las peñas que no estén compuestas, al menos, por un 60 por ciento de mayores de 18 años.

El cambio anunciado es un paso más en las acciones que Ayuntamiento y Associació llevan un par de años realizando para reconducir la situación que se había generado de un tiempo a esta parte, cuando proliferaron peñas donde no había ni un solo adulto y en las que los menores recurrían a algún amigo, hermano u otro conocido mayor de edad para que firmara las autorizaciones necesarias y poder obtener licencia. De hecho, hasta ahora la normativa municipal tan sólo exigía aportar los datos, la firma y el DNI de tres adultos responsables, «mientras que ahora se exigirá un porcentaje mínimo de mayores de edad, que seguramente será del 60%», avanzó ayer el concejal de Fiestas.

Carrobles indicó que el Consistorio está a la espera de que la Associació de Penyes, cuya directiva este año preside Mariano Nájera, apruebe en asamblea este porcentaje del 60%, tras lo cual la propuesta se trasladará directamente al bando regulador de peñas y locales festeros, para elevarlo a la categoría de norma.

Las más conflictivas

Las peñas formadas mayoritaria o íntegramente por menores de edad son, año tras año, las más conflictivas durante las Fiestas Mayores Patronales, que se celebran a partir del segundo fin de semana de noviembre. Así lo constatan los informes y balances de actuaciones que realiza tras cada festejos la Policía Local y que reflejan que en estos locales son frecuentes las actuaciones policiales para controlar el consumo de alcohol, requisar botellas de bebidas alcohólicas, cerrar o precintar equipos de música o, incluso, acudir por peleas o vandalismo. Así lo reconoció también el propio concejal de Festejos, a la vez que destacó que esta medida, además de a la necesidad de controlar a los más jóvenes, «responde también a la necesidad de adaptarnos a la normativa autonómica, que exige para la apertura de Sedes Festeras del tipo B una serie de obligaciones que no pueden ser asumidas por menores de edad». Concretamente, el edil se refirió al decreto 28/2011 de Reglamento de Sedes Festeras y a la orden 1/2013, y destacó que en 2016 ya se dio un «primer paso» con la exigencia a todas las peñas de contratar para los días de las Fiestas Patronales un seguro de responsabilidad civil que cubriera cualquier incidencia en el local.