Altea ha vivido intensamente durante este fin de semana pasado el prólogo de sus fiestas patronales en honor al Cristo del Sagrario y las de Moros y Cristianos en honor a San Blas que se celebrarán entre los días 22 y 26 de este mes. Ayer por la tarde se escenificó en la playa de la Roda la llegada del Cristo del Sagrario a Altea por mar en la Edad Media, mientras que el viernes por la noche tuvo lugar el concierto de música festera en el Palau Altea a cargo de las bandas de música Societat Recreativa Musical d'Altea la Vella y Societat Filharmònica Alteanense, y el sábado por la noche se celebró en el interior del Palau d'Esports Villa Blanca la cena de los cargos festeros debido a las inclemencias meteorológicas. En los actos del viernes y el sábado participaron más de 2.000 «festers», y la escenificación de la llegada del Cristo y posterior romería hasta la iglesia parroquial fue presenciada por cerca de un millar de personas.

Pasadas de las 17:30 horas de ayer, domingo, los actores del grupo de teatro Pla i Revés escenificaron por vigésimo segundo año consecutivo la leyenda popular que cuenta que un marinero apellidado Ronda pagó el rescate de un alteano prisionero de unos piratas argelinos comandados por el moro Muley que asolaban con sus correrías las costas de la comarca. En la misma acción salvó de la hoguera a una imagen de Jesucristo crucificado que tenían en su poder. Para conseguirla, Ronda propuso que se la vendieran pagando su peso en monedas de oro, y el milagro se obró cuando la balanza se niveló tras colocar tres monedas en el platillo. Cuenta la leyenda que en el trayecto marítimo los marineros de la tripulación de Ronda salvaron la vida en una peligrosa tormenta al solicitar la intercesión de la imagen que llevaban en el barco, y cuando llegaron a Altea fue trasladada con gran devoción hasta depositarla en el Sagrario de la iglesia parroquial. Y eso mismo fue lo que el domingo hicieron los actores, con Jaume Laviós en el papel de Ronda al ser descendiente directo del mismo, junto a la reina de las fiestas, su corte de honor y los cargos festeros de este año, además de las autoridades municipales: trasladar en romería a la imagen del Cristo a la parroquia de Altea por las calles del casco antiguo desde el antiguo barrio de pescadores. Al finalizar la romería se celebró una misa cantada por el Coro Juvenil Parroquial.

Concierto con sorpresas

Por otra parte, el concierto de música festera del viernes se caracterizó por el estreno de tres marchas cristianas. Una sorpresa para los cargos festeros cristianos Feli Sáiz (reina), José Vicente Ivars (embajador) y Anabel Antón (abanderada) que escucharon emocionados las obras «Feli, Reina Cristiana», de José Salvador González; «Jovi Ambaixador», de Jaime Calatayud; y «Anabel Conqueridora», de José Salvador González.

Finalmente, el sábado los cargos festeros de Moros y Cristianos de este año reunieron a todos los «festers» en una cena multitudinaria en el Palau d'Esports donde no faltaron los discursos de agradecimiento ni el ambiente de las marchas moras y cristianas.