Aplicar un protocolo menos invasivo contra la plaga de la Xylella Fastidiosa. Esta es la petición que los alcaldes y concejales del Valle de Guadalest y los municipios limítrofes van a hacer al Consell por medio de un documento redactado por Asaja-Jóvenes Agricultores de Alicante.

Y es que los ediles no quieren quedarse de brazos cruzados mientras esta bacteria acaba con los campos de almendros en sus localidades. Para ello, han decidido poner sobre la mesa todas las opciones para tratar esta plaga y que no sólo sea la de triturar los campos en 100 metros a la redonda de dónde se detecta un foco.

Benimantell fue el lugar elegido ayer para hablar sobre la Xylella Fastidiosa y saber más de cerca cuáles son las opciones que hay para su tratamiento. Al encuentro acudió el secretario de Asaja-Jóvenes Agricultores de Alicante, Ramón Espinosa, y los alcaldes o concejales de Guadalest, Benifato, Benimantell, Polop, Confrides, Beniardà, Bolulla o Callosa así como algunos particulares afectados.

El representante de Asaja explicó a los asistentes la norma Europea por la que se está rigiendo el Consell para acabar con los campos donde se ha detectado un brote. Según las fuentes consultadas, desde la entidad se explicó a los alcaldes y concejales que «hay otras opciones posibles» para luchar contra esta plaga que ya ha afectado a 26 parcelas en el Valle de Guadalest, la Marina Alta y el Comtat y ha acabado con 304 almendros de cinco plantaciones.

El experto indicó a los asistentes que la normativa «contempla tres posibles» opciones para tratar esta plaga y «se estaría aplicando la más radical». Y es que la norma europea recoge la opción de que se haga «un control del vector»; es decir, centrarse en el insecto que es el que traslada la enfermedad de un ejemplar a otro. Éste se realizaría por medio de insecticidas y sulfatos. Algunos de ellos ya se están utilizando pero «son demasiado suaves y las trampas que se colocan son para otro tipo de insectos», explicaron las mismas fuentes. Por ello, y ante esta posibilidad que evitaría arrasar con todo el Valle de Guadalest, la asociación Asaja va a redactar un documento para hacérselo llegar al Consell donde se explicará esta postura. «Queremos que el Consell nos escuche y haga de intermediario con el Ministerio para poner sobre la mesa otras opciones», alegó uno de los alcaldes. Una vez que este escrito esté redactado, los representantes de los municipios afectados se volverán a reunir para que aquellos interesados lo firmen.

«Los árboles que tienen el foco está claro que hay que dejarlos morir y arrancarlos, pero con los demás se puede actuar de otra forma», según las mismas fuentes.

Mientras esperan a que se les escuche, las máquinas seguían ayer por segundo día consecutivo trabajando en el arranque y desbroce de otra parcela en el camí Blanc de Guadalest. Al lado, en otro de los terrenos de la zona, un grupo de agricultores recogían la almendra de sus árboles mientras miraban de reojo a los operarios de la empresa Tragsa esperando que sus campos no corran la misma suerte.