Aparcar en Benidorm, primero para los benidormenses. Esta es la política que el Ayuntamiento de la ciudad quiere implantar en barrios como la zona centro o la Colonia Madrid, donde los problemas de aparcamiento llevan años siendo en una pesadilla diaria para cientos de vecinos. Para llevarla a cabo, el gobierno municipal -una coalición de PP y CBM- y la empresa concesionaria del estacionamiento regulado -la UTE formada por Sice y Auplasa- salvaron ayer el último escollo previo al pleno para pintar decenas de calles de la ciudad de color verde, donde los residentes empadronados podrán aparcar de manera gratuita como hasta ahora, pero los turistas o conductores de otras localidades vecinas tendrán que pagar 1,5 euros por hora -el triple que en la zona azul- por estacionar de lunes a domingo. «Lo que se quiere evitar es que la gente venga de vacaciones, aparque el coche y no lo mueva en 15 días, como ocurre en zonas como Mercasa», afirmaron ayer desde el PP.
El concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, reiteró ayer por activa y por pasiva que el objetivo de esta medida es «proteger y facilitar el aparcamiento» a los vecinos, al considerar que estableciendo una tarifa tan elevada para estacionar para la gente de fuera, habrá más rotación y, sobre todo, más plazas libres para que los residentes puedan aparcar.
Esta nueva zona verde se implantará en cuatro barrios, que hasta ahora eran calles blancas: la zona centro, Foietes-Colonia Madrid, La Cala y Levante-Rincón de Loix, y abarcará un total de 4.054 plazas (3.003 generales, 93 de carga y descarga y 958 de motos). Porque entre la batería de medidas que esta nueva fórmula de estacionamiento traerá aparejadas se incluye el hecho de que las motos y furgones de carga y descarga de personas no empadronadas también tendrán que pagar por primera vez por estacionar en estas zonas reservadas: 0,25 euros por hora las motos y 2 euros por media hora los vehículos de carga y descarga, mientras que los de los residentes continuarán estacionando gratis.
Otra de las novedades que prevé el documento avalado ayer por el Consejo Asesor de Movilidad, en el que están representados Administración, grupos políticos, agrupaciones empresariales y de vecinos, fue la ampliación de la zona azul en tres calles de la ciudad: en la avenida de Foietes, a petición de Hosbec, donde se crearán cerca de un centenar de plazas; en la calle Orxeta, solicitada por la ONCE, donde hay previstas casi una treintena; y en la calle Roldán, a propuesta de la empresa concesionaria, y donde habrá algo más de 50 plazas nuevas de pago, tanto para residentes como para turistas. En la zona azul, que tiene 1.523 plazas en invierno y 2.649 en verano distribuidas por toda la ciudad, la tarifa para residentes se mantendrá como hasta ahora, a 0,50 céntimos la hora, aunque para conductores foráneos se está estudiando la posibilidad de incrementar también el precio.
Junto a todo ello, el borrador elaborado por los técnicos también prevé la aplicación de otras medidas, como el cambio de tarifas en el retén de la grúa; la incorporación de una «App» que te guíe hasta zonas de aparcamiento libre; o la instalación de paneles informativos, cuya instalación tendrá un coste total para la concesionaria de 1,2 millones de euros.
La propuesta será elevada por el PP al próximo pleno ordinario del mes de agosto y, de salir adelante, empezaría a aplicarse en 2018.
Plazas de estacionamiento propuestas para convertirse en zona verde
