Ares, el dios griego de la Guerra, se enfrenta a Zeus, padre de los dioses y los hombres, en una batalla en el templo de Partenón. Esta es la historia que los visitantes de Terra Mítica pueden vivir en primera persona. El parque temático de Benidorm ha incorporado por primera vez a una de sus principales atracciones, la de «Titánide», la realidad virtual por medio de unas gafas.

Aquellos que quieren disfrutar de la atracción pueden elegir si subir a ella con esta nueva tecnología o no.

Ayer viernes algunos visitantes decidieron colocarse estas gafas de realidad virtual en la montaña rusa invertida que funcionan con tecnología VR. A 100 kilómetros por hora y dando giros verticales y horizontales a 31 metros de altura en algunos tramos, los usuarios pudieron ver cómo era una batalla entre dioses en la época romana. Pero aún había más. Y es que las gafas dan una visión de 360 grados por lo que se pueden ver a sí mismos vestidos de gladiadores sobre un dragón que sobrevuela el escenario de combate entre los dioses. Unos movimientos sincronizados con los que tiene la atracción en su trayecto de 1.20 segundos, 34 de ellos de giros.

«Es una forma diferente de subir a la atracción», explicó uno de los jóvenes que subió ayer. Lo cierto es que, según afirmó uno de los usuarios, «le quita un poco de impresión a todos los giros» de esta montaña rusa, lo que «va muy bien para los que les dan impresión tanto giro».

Dos colas

La atracción tiene dos colas diferentes de entrada para que el visitante decida si quiere montar en la atracción al estilo tradicional o probar el recorrido de la montaña rusa con las gafas de realidad virtual puestas.

«Titánide» se encuentra ubicada en la zona de Grecia del parque, junto al cine 5D del «Templo de Kinetos» y la atracción «Synkope». Con todo, Terra Mítica ha ampliado el horario de atracciones y espectáculos en temporada estival. Entre ellos, el espectáculo, «Mare Nostrum», sobre las aguas del lago de Egipto, vuelve a cerrar, un año más, las noches del parque temático. En él se desenvuelve una trama, sobre el agua, repleta de arriesgadas acrobacias con fuego, coreografías de danza combinadas con la irrupción de un géiser de más de 30 metros de altura.