Un polvorín que ayer estalló. El paseo de la playa más turística de Benidorm, la de Levante, se convirtió durante la mañana de ayer en el escenario de batalla de una guerra que lleva librándose mucho tiempo atrás desde la retaguardia. De un lado, la Policía Local, y del otro, los vendedores ambulantes de cócteles. Una actividad ilícita cada vez más perseguida por las fuerzas locales pero que sigue representando uno de los problemas más graves que tiene Benidorm durante la temporada alta. De ahí que, los agentes intervengan y requisen el material a los bautizados como «cuberos» o «mojiteros» de forma cotidiana pero, sin embargo, ayer en una de esas actuaciones rutinarias la tensión entre ambos bandos estalló causando un fuerte enfrentamiento que se saldó con cinco agentes heridos, al menos tres vendedores con lesiones y dos detenidos.

Los hechos tuvieron lugar a media mañana en el paseo de la playa de Levante, cuando media docena de agentes realizaban una intervención rutinaria en la que, según apuntaron testigos del suceso, no se llegó a encontrar material para incautar. Esto habría elevado la tensión entre policías y «cuberos» que en pocos minutos llegaron a las manos.

El hecho de que más de una veintena de vendedores ambulantes se abalanzaran sobre los seis agentes provocó que estos llegaran a usar sus pistolas eléctricas para reducir a los «cuberos», según apuntaron fuentes del área de Seguridad Ciudadana a este diario. Al final, la trifulca se saldó con dos vendedores ambulantes detenidos, cinco policías heridos, con golpes y contusiones principalmente, aunque uno de ellos, al parecer una agente, presentó una lesión en la rodilla de mayor gravedad. Asimismo, tres de los «mojiteros» también acudieron a Urgencias tras la pelea. Uno de ellos, según pudo saber este periódico, era uno de los arrestados durante el incidente. De hecho, un coche de la Policía Local de Benidorm se encontraba en la puerta del hospital de La Vila durante la tarde de ayer, escoltando al detenido.

Personas cercanas a los conocidos como «cuberos» defendieron que «sólo son padres de familia que no tienen para comer». «Entendemos que la Policía actúe pero ha habido un abuso de poder por parte de la autoridad», lanzaron los mojiteros.

Por su lado, desde el área de Seguridad Ciudadana mostraron su profunda «indignación» por los hechos. «No vamos a tolerar que esto siga pasando», lanzó el edil Lorenzo Martínez, quien adelantó que la próxima semana se mantendrá una reunión para establecer una nueva hoja de ruta que permita poner coto a la actividad y rebajar la tensión entre policías y vendedores ambulantes en Benidorm.