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Los alcaldes aúnan fuerzas contra la Xylella

Los primeros ediles y los municipios cercanos se unen para pedir al Consell que suspenda las medidas de erradicación de la bacteria supondrían la deforestación de toda la zona

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Agricultores y vecinos logran parar las máquinas que iban a triturar otra parcela afectada por la Xylella

La unión hace la fuerza y eso es lo que han puesto en práctica los alcaldes de siete municipios que forman el Valle de Guadalest y los pueblos cercanos para pedir al Consell que suspenda las medidas de erradicación que se están llevando a cabo para acabar con la plaga de Xylella Fastidiosa en la zona y que supone arrasar con los 100 metros a la redonda de campos desde donde se localice la bacteria.

Los primeros ediles de Guadalest, Benimantell, Polop, Confrides, Beniardà, Benifato y Bolulla, municipios incluidos en la demarcación en torno al brote de esta plaga, firmaron una carta que remitieron a la Conselleria de Agricultura en la que se exponía la preocupación y la situación por la que pasan los campos de esta zona de montaña.

En la misiva, a la que ha tenido acceso este diario, recogen que esta plaga ha generado «una alarma a la población y a nuestras corporaciones» por los efectos que puede llegar a ocasionar. Pero también añaden que «nos ha permitido constatar un profundo desconocimiento por nuestra parte» y por los vecinos en cuanto a las medidas que se han adoptado y que se van a adoptar por la Generalitat para erradicarla.

En este punto recuerdan que, tras localizar un brote en Guadalest, se «ordenó la destrucción, mediante arranque y triturado, de los árboles afectados», entre otras cuestiones.

Los siete alcaldes recogen en su carta la «preocupación» sobre la posibilidad de «continuar» con los programas de erradicación que ya se han llevado a cabo, lo que supondría «notables daños económicos y patrimoniales» para los afectados pero también para la zona por los «graves efectos paisajísticos y medioambientales», afectando además al turismo del que vive el valle.

Es más, alegan que si se ratifica que esta bacteria tiene focos por todo el Valle de Guadalest y se siguen aplicando esas medidas tan drásticas, «supondría una completa deforestación» sin que eso garantice que se va a acabar con la plaga. De hecho, al foco detectado en Guadalest se le ha sumado la confirmación de otros dos focos más en Benimantell y podrían no ser los últimos.

Aplicar otras medidas

Los siete alcaldes recogen en su escrito la posibilidad de aplicar otros protocolos como está haciendo Baleares donde ya se encontraron con este problema en 2016 al detectar un foco ya presente desde cuatro años antes.

Allí, en lugar de «medidas de erradicación agresivas» que supusieran el arranque de los árboles, se optó por «un programa de contención» basado principalmente en prohibir el movimiento de plantas fuera de la isla.

Con todo, desde su carta solicitan al Consell «la realización de nuevos análisis» para saber el alcance de la plaga para lo que piden «la suspensión de inmediato de medidas de erradicación masiva».

Además, piden que se consensúe entre administraciones y afectados un replanteamiento de medidas para contener la bacteria y que se pongan en marcha métodos de contención de la misma para «aliviar los posibles efectos y consecuencias».

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