Benidorm cuenta desde hace unas semanas con un nuevo «pulmón verde»: el parque de Foietes, una zona de 115.000 metros cuadrados de los que 70.000 son zonas verdes. Sin embargo, las áreas de sombra en esta gran superficie escasean, lo que ha provocado que en las horas de más sol apenas se encuentren usuarios en las instalaciones.

Dar un paseo por el nuevo parque del barrio de Foietes a las horas centrales del día es sufrir las altas temperaturas del verano sin apenas lugares para resguardarse.

En la zona que abarca desde la avenida de Ricardo Bayona y recorre toda la avenida de Foietes las sombras son pocas. Los árboles colocados son aún de tamaño pequeño y sólo la pared que alberga el letrero de «Foietes» da un respiro a los que por allí caminan.

Más adelante, unos pocos árboles marcan el camino lleno de bancos que están vacíos en las horas centrales del día vacíos. Sólo alguna de las paredes da un respiro.

Unos pinos hacen sombra

Esa es la situación de la zona más cercana a la avenida Foietes. El parque cuenta con amplias zonas infantiles con más de un juego y columpios, eso sí, también al sol. Ninguna sombra guarda estas instalaciones. Las únicas sombras que ahora mismo se pueden encontrar son las que dan un grupo de pinos que se encuentran en la parte alta y donde se han colocado unas mesas para sentarse. Allí es donde en horas de mucho sol se puede encontrar a algún usuario resguardándose del calor.

Eso sí, cuando cae la tarde, este espacio verde se llena de gente por todas partes, desde el paseo principal a las zonas infantiles o la parte más alta.

Los vecinos ya han mostrado sus quejas sobre esta cuestión: «mucho cemento y poco verde» son algunas de ellas. Pero además, en cuanto a las zonas infantiles, también destacan que no hay ninguna sombra.