Borrón y cuenta nueva. El polémico local del antiguo Burger King de Jaime I, anexo al cementerio municipal, está siendo derruido tras meses de idas y venidas sobre esta actuación. Cabe recordar que el establecimiento que ocupaba una parcela municipal que el Ayuntamiento quería recuperar y, de ahí, el desalojo y posterior cierre del bar de comida rápida hace casi un año, en octubre de 2016. No obstante, después de intensas negociaciones al final el Consistorio ha logrado que sea la empresa quien ejecute y, por ende, financie las tareas de demolición y, además, que salve una parte de las instalaciones para dar servicio al cementerio.

Así lo ha corroborado esta misma mañana el alcalde de Benidorm, el popular Toni Pérez, quien ha visitado la zona para conocer de primera mano el desarrollo de los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de un mes. El primer edil ha destacado que el espacio que se recupera tendrá un tratamiento especial puesto que servirá de enlace entre el cementerio y Jaime I.

Hay que tener en cuenta que el proyecto de derribo contempla «la demolición de la sala diáfana del antiguo establecimiento, mantener los aseos y el almacén, que se encuentran en muy buen estado, y dar al resto de la parcela un tratamiento que impida el crecimiento de maleza, preparándola así para su posterior acondicionamiento».

La responsable de Urbanismo ya explicó en su momento que la superficie de edificación que se mantiene -los aseos y el almacén- no excede 5% del total de la zona de Espacios Libres para Áreas Ajardinadas, tal y como ya informó el arquitecto municipal y reiteró por escrito, por lo que con esta actuación se cumple la legislación y el Plan General de Benidorm.