La patronal del alquiler turístico quiso marcar ayer distancias con aquellos turistas que durante su estancia en Benidorm se desmadran hasta el punto de que los residentes de primera línea de la playa de Levante se han hartado y han decidido presentar quejas ante el Ayuntamiento para exigir medidas que pongan coto a la problemática. Una solicitud a la que hace unos días también se sumaron desde la patronal hotelera Hosbec y la cadena Servigroup y a la que ayer también quiso sumarse la asociación empresarial de los pisos vacacionales, Aptur.

«Aunque el perfil de turistas asociados a las viviendas turísticas de Aptur está alejado del turismo de borrachera consideramos que la ordenanza cívica aprobada el año pasado por el pleno con sus correspondientes sanciones permitiría evitar algunos excesos», apuntaron ayer desde la patronal del alquiler turístico. No hay que olvidar que hace un año, a través de una moción del grupo municipal Ciudadanos (Cs), se aprobó la creación de una norma local para frenar el turismo de excesos, que aún no ha sido elaborada.

Además, desde Aptur quisieron celebrar sus niveles de ocupación al señalar que han cerrado el mes de junio con un 82% de media mientras que la ocupación registrada los meses anteriores rondaba niveles inferiores, en torno al 78%, y el perfil del cliente son parejas con uno o dos hijos.