Y la concordia volvió a fluir en las relaciones entre la Agencia Valenciana de Turismo, dependiente del Consell, y la Diputación de Alicante. Por lo menos, así lo escenificaron ayer en Benidorm los máximos responsables de ambas instituciones. El secretario autonómico de Turismo, el socialista Francesc Colomer, y el líder de la institución provincial, el popular César Sánchez, mantuvieron un encuentro en el edificio benidormenese del Torrejó para retomar la coordinación en materia turística tras meses y meses de diálogo inexistente por la batalla abierta a raíz del decreto que la Administración valenciana pretendía imponer para controlar las medidas vinculadas al turismo que se implementaran desde las corporaciones provinciales.

La norma en cuestión se encontró, desde un primer momento, con el férreo rechazo de las diputaciones de Alicante y Castellón, ambas gobernadas por el PP. Pese a ello, el gobierno autonómico del PSPV y Compromís siguió adelante con la aprobación de un decreto que abrió una auténtica contienda entre administraciones. Una batalla que terminó en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana. El máximo órgano judicial tumbó, el pasado mes de marzo, esta normativa, lo que obligó a recular al ejecutivo de Ximo Puig y, de alguna manera, propició que las relaciones entre las instituciones provinciales gobernadas por los populares y el ejecutivo valenciano volvieran, en cierta forma, a la normalidad.

Algo que ayer quisieron escenificar ayer el presidente de la Diputación de Alicante junto al secretario autonómico de Turismo en un encuentro que, curiosamente, tuvo lugar en Benidorm y no en el palacio provincial de Alicante, emplazado en la avenida La Estación. El argumento esgrimido por César Sánchez para justificar la ubicación de la reunión fue que uno de los proyectos que se abordaron en la misma para poner en marcha de forma conjunta trata sobre la implantación de WiFi en la ciudad de los rascacielos para analizar los comportamientos de los turistas.

En cualquier caso, la reunión sirvió para acercar posturas entre ambas administraciones y, además, acordar la coordinación entre ellas para impulsar la promoción turística de la provincia después de meses de discrepancias a causa de las competencias en materia turística. No obstante, el propio César Sánchez negó ante los medios que hubiera asperezas entre ambas administraciones, aunque admitió que «como en los miembros de una misma familia, a veces hay puntos de desencuentro». A renglón seguido, el presidente de la Diputación matizó que «todos tenemos claro que hay que trabajar para crear economía, bienestar y puestos de trabajo».

Por su lado, el secretario autonómico de Turismo se mostró mucho más conciliador al señalar la importancia de «tender puentes» entre administraciones. «Estamos aquí para trabajar y complementarnos. Muy por encima de los partidos y la política están las personas, la sociedad y el sector turístico», lanzó el socialista Francesc Colomer, quien dejó claro que la intención es trabajar de la mano de nuevo para potenciar el sector.

Iniciativas sobre la mesa

Durante la reunión a la que también asistió la número dos de Colomer, la directora general de Turismo, Raquel Huete, o el vicepresidente de la Diputación y responsable de este mismo departamento provincial, Eduardo Dolón, se puso encima de la mesa la necesidad de incrementar la competitividad del sector turístico de la provincia. Un objetivo que se quiere lograr a través de diferentes iniciativas como el desarrollo de sistemas Big Data que permitan recopilar las preferencias de los visitantes o reactivar los planes de Competitividad Turística en los que colabora activamente la Diputación de Alicante y con los que se pretende contribuir a la difusión de los municipios que conforman las mancomunidades de Vall de Pop y l'Alcoià i el Comtat. En este sentido, se apuntó que en un futuro se trabajará para desplegar estos planes en nuevos espacios del territorio.