Una mañana casi en blanco. El pleno ordinario del mes de junio de Benidorm, que se inició ayer a las 9.00 de la mañana y concluyó a las 14.00 horas, sólo aprobó tres propuestas, una de ellas presentada por la vía de urgencia para fiscalizar todos los asuntos municipales ligados al empresario Enrique Ortiz. El resto, cerca de una quincena, fueron retiradas del orden del día con la unión de los grupos de la oposición: PSOE , Ciudadanos (Cs), Liberales y Compromís-Los Verdes, que aglutinan 14 votos, aunque ayer sólo tenían 13 debido a la reciente maternidad de la portavoz liberal Gema Amor. Pese a la ausencia de ésta última, la alianza de los cuatro grupos permitió bloquear la gestión del gobierno bipartito -PP y Ciudadanos por Benidorm (CBM)-, quienes vieron cómo sus propuestas iban quedando encima de la mesa sin muchas más explicaciones que la de darles un toque de atención.

Así lo explicó el portavoz de Ciudadanos (Cs), Rafael Gasent, al inicio del pleno. «No nos gusta su actitud. Usted no va a gobernar esta ciudad, lo vamos a hacer entre todos. Espero que esto le haga cambiar», le espetó el edil de la formación naranja al alcalde de Benidorm. Unas quejas a las que se sumaron los representantes del grupo socialista, liberales y Compromís-Los Verdes. De hecho, el portavoz de la coalición, Josep Bigorra, amenazó con la moción de censura al apuntar que «si cuatro grupos están de acuerdo en reprobar la acción del ejecutivo igual lo que hay que hacer es cambiar de gobierno».

Punto por punto, la oposición fue retirando las propuestas elevadas por el gobierno hasta llegar al número 12, que sí se aprobó al tratarse del protocolo de intenciones para desbloquear el expediente del Centro Cultural y poder así retomar, a corto plazo, las obras del mismo. Un proyecto que lleva años enquistado y al que la oposición no quiso dar la espalda. Fue el único gesto. El resto de medidas como la aprobación inicial del reglamento de control horario de los empleados municipales o la adjudicación del contrato de zonas verdes, entre otros, se quedaron sobre la mesa para disgusto del gobierno, que manifestó su enfado y criticó duramente la actitud de la oposición.

Lo que sí que aprobó la oposición, y por la vía de urgencia, fue una moción para poner la lupa sobre todos los temas ligados al empresario Enrique Ortiz, como la expropiación en el sector de El Moralet, el contrato pendiente de rescisión de la estación de autobuses o el desarrollo del plan parcial Armanello. En concreto, la propuesta, que salió adelante con los votos de la oposición y la abstención del gobierno y el no adscrito, pedía «controlar y fiscalizar todos los temas en los que hay actualmente un expediente abierto» con el promotor.

Asimismo, la oposición también firmó una moción conjunta para celebrar un pleno extraordinario el próximo lunes en el que se aprobarán los puntos de trámite que quedaron ayer sobre la mesa. Algo que intentó ayer el PP por la vía de urgencia pero que, según explicó el propio secretario municipal, no se pudo incluir en esa sesión al ya haber sido retirados durante el desarrollo de la misma.