Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vacaciones en casa de un extraño

El intercambio de viviendas para pasar un periodo de descanso se multiplica por tres en el último año

Unos turistas pasean por la Cala de La Vila, uno de los lugares con viviendas de intercambio para vacaciones. david revenga

Como si de un «Tú a Boston y yo a California» se tratara, el intercambio de viviendas está empezando a ser una de las fórmulas más buscadas por muchos usuarios para ahorrar en sus vacaciones. La metodología es simple: poner a disposición de un extraño una vivienda, ya sea la particular o una segunda residencia, para que disfrute de unos días de descanso. A cambio, el propietario podrá disponer de otra casa donde elija y cuando quiera, o al mismo tiempo que deja la suya.

En el último año, este tipo de intercambios se ha triplicado respecto a 2016, según los datos facilitados por una de las empresas que gestiona este tipo de vacaciones, «Guesttoguest.com». De hecho son muchas las páginas en internet donde se ofrecen casas y ayudan a los particulares a ponerse en contacto unos con otros e, incluso, se encargan de gestionar que todo salga bien.

Benidorm y otros municipios cercanos representan una de las zonas donde se pueden encontrar un gran número de estos anuncios para intercambiar viviendas. Sólo en la comarca y en una página se pueden encontrar hasta 60 usuarios inscritos en este método de vacaciones. La cifra aumenta hasta 700 posibilidades en la provincia de Alicante, 200 en la capital.

María Jesús García es una de esas usuarias. Esta vecina de Guadalajara de 56 años y con una segunda residencia en la Cala de La Vila hace dos años descubrió esta forma de ir de vacaciones. «No tenía ni idea de que se podía ir de vacaciones de esta forma hasta que lo vi en Internet». La usuaria afirma que desde entonces no viaja de otra forma, ya sea en familia o con amigos.

En esos dos años ha recorrido gran parte de España, como Valencia, Suances, Barcelona o San Sebastián, donde «vuelvo este año pero a otra casa». Fuera de España también ha estado en Lisboa y Oporto. A cambio, gente de varios sitios ha estado en su casa vilera. «Los últimos unos finlandeses que llegaron hace unos días».

María José utiliza el método de puntos que ofrece una de estas empresas. Con ello se acumulan puntos para canjearlos para ir a otras casas sin necesidad de que sea simultáneo; es decir, no hace falta que los dos interesados viajen al mismo tiempo. Éste último es otro sistema de los que se pueden utilizar, viajar al mismo tiempo e intercambiar las casas, aunque según afirman los usuarios «es más complicado porque hay que ponerse de acuerdo».

Viajes más económicos

Los usuarios de este sistema de intercambio de viviendas en vacaciones recalcan una ventaja: los viajes son mucho más económicos que ir a un hotel. «Cuando vas a casa de otra persona sólo tienes que pagar el desplazamiento, los gastos son mínimos», asegura María Jesús García.

Pero tiene muchas más ventajas, entre ellas, la comodidad. «Cuando llegas de hacer turismo o conocer una ciudad es como estar en casa, no en una habitación de hotel más fría», añade. Lo mismo opina Diana, otra usuario de este sistema que intercambia su vivienda de l'Albir, en L'Alfàs del Pi también desde hace dos años: «es una experiencia muy buena. Todos los visitantes que he tenido son muy amables».

Con todo, este tipo de intercambio también permite conocer gente. Y es que, cuando los viajes son a segundas residencias se coincide con los propietarios e incluso se comparten jornadas en las que se convierten en guías improvisados para conocer la ciudad. «Todo son ventajas y ya no viajamos de otra forma», aseguran los usuarios.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats