Frenar lo que consideran una «invasión» de la playa para «la realización de hogueras por toda la playa, quemándose todo lo que es inflamable, bien hojas, periódicos, palés, ramerío de algarrobo, libretas enteras e incluso restos de poda». El grupo ecologista Xoriguer de La Vila Joiosa ha reclamado al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto para evitar que esta noche, de nuevo, la playa Centro vuelva a verse invadida por todo tipo de actividades que, a su juicio, generan un importante impacto medioambiental sobre una de las playas más concurridas del municipio.

Así lo han trasladado a través de un escrito que han registrado en el Consistorio y donde los ecologistas piden al alcalde, el socialista Andreu Verdú, y a otros miembros del gobierno local, que «se tomen las medidas pertinentes para minimizar el impacto ambiental por dicha invasión en beneficio de los demás usuarios que usan la playa durante todo el verano y no solo de forma esporádica con acciones poco respetuosas». Entre las posibles acciones a adoptar por parte del Consistorio que proponen desde el Xoriguer figuran, por ejemplo, «acotar una parte de la playa para las hogueras, enumerarlas e incluso que existan responsables de cada una de ellas y que se controle el material a quemar», algo que, a su juicio, evitaría algunas situaciones que, según relatan, ocurrieron la Nit de Sant Joan del pasado año.

Basura de los contenedores

«Muchos iban buscando todo lo inflamable ubicado en los contenedores cercanos y, en consecuencia, por toda la playa y en el paseo marítimo el ambiente y olor eran desagradables», relatan en su comunicado. Además, mantienen que «se utiliza muchas veces dichas hogueras para hacer botellón» y que «al día siguiente podemos observar que, a pesar de que los operarios de la limpieza de las playas actúan con celeridad y profesionalidad para eliminar las toneladas y toneladas de basura generadas, la realidad es que por mucho que se elimine quedan durante días restos de la quema». Y a ello añaden que, al tratarse en muchos casos de quemas incontroladas de todo tipo de materiales, además de la ceniza y las ramas, también se quedan sobre la arena»clavos, alambres e incluso pueden quedar restos de vidrio con el consiguiente peligro para los bañistas».

El riesgo de los farolillos

Por eso, aun reconociendo la extendida tradición de acudir en la Nit de Sant Joan a la playa para hacer talleres, arrojar coronas al mar en recuerdo de los caídos, bañarse a medianoche o hacer «fanalets», también hay que tener especial cuidado en mantener limpio y en buenas condiciones las costas. Y lamentan que en los últimos años se haya importado la tradición de encender faroles voladores «que acaban cayendo en lugares distantes con el enorme peligro de incendios que pueden suponer».