Inteligencia urbana entendida en su sentido más amplio: desde ofrecer total accesibilidad a personas con diversidad funcional a controlar la red hídrica de una ciudad para poder detectar en tiempo real cualquier incidencia y darle respuesta. Éstos y otros aspectos han sido esta semana objeto de análisis en un desayuno de trabajo organizado conjuntamente por INFORMACIÓN y la compañía Hidraqua, que reunió a distintos representantes públicos y privados en Dinapsis, la nueva oficina tecnológica que la filial del Grupo Suez acaba de inaugurar en Benidorm.

El encuentro se desarrolló bajo el título «Soluciones inteligentes para 'smart cities'. El caso de Benidorm» y en él participaron el alcalde de la ciudad turística, Toni Pérez; el director territorial de Hidraqua en la provincia de Alicante, Miguel Ángel Benito; la directora general de Turismo de la Generalitat Valenciana, Raquel Huete; el director de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante, Andrés Montoyo; Valentí Roca, Product Manager de la empresa Cellnex Telecom, encargada de desarrollar un proyecto piloto para llevar el wifi gratuito a las playas de Benidorm; y el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (Hosbec), Antonio Mayor. Todos ellos debatieron intensamente acerca del gran abanico de posibilidades que ofrece hoy en día la tecnología aplicada al ámbito de las ciudades, en una distendida charla moderada por el redactor de INFORMACIÓN Francisco J. Benito.

El director territorial de Hidraqua en Alicante, Miguel Ángel Benito, fue el encargado de abrir el primer frente de debate con una exposición sobre las funciones y los objetivos de Dinapsis, la oficina que acaba de poner en marcha la compañía hídrica en Benidorm y que aspira a ser un centro pionero a la hora de operar, desarrollar nuevas herramientas e innovar, todo ello con un único objetivo: lograr un entorno más sostenible y más habitable. Todo ello, con «total transparencia» porque, según afirmó, «el primer paso para innovar es escuchar a la ciudadanía, a los grupos de interés que te rodean, de forma abierta y transparente». En esta línea, Benito puso como ejemplo el trabajo que la compañía viene desarrollando desde hace 31 años en Benidorm y que ha permitido hacer de ella una de las ciudades más eficientes del mundo tanto en planificación y consumo como en reutilización de agua. Pero la cosa no queda ahí.

Porque además de en asuntos como la gestión del ciclo integral del agua, la capital turística de la Costa Blanca también es pionera en muchos otros frentes. Así, el director territorial de Hidraqua explicó que es la única ciudad de la Comunidad que está incorporada a un catálogo nacional sobre infraestructuras hídricas a prueba de ciberataques. Y, además, está siendo escenario para probar distintas aplicaciones de última tecnología. Entre ellas, Miguel Ángel Benito se refirió a «Drop», una «app» que se desarrolla mediante un pequeño localizador instalado en un dispositivo similar a un reloj y que, con una simple aplicación móvil, permite en todo momento geolocalizar a la persona que lo lleva. Su principal finalidad es evitar que los niños se pierdan en la playa y se probará este verano en las costas de Benidorm, aprovechando el sistema de telecontrol con el que ya cuenta Hidraqua, con visión de extenderlo a otras zonas a corto o medio plazo.

Respaldo municipal

El responsable de Hidraqua destacó que toda esta labor se debe, en parte, a la «estrecha colaboración» que la compañía mantiene con el Ayuntamiento. Porque precisamente esa colaboración entre lo público y lo privado fue expuesto por los distintos participantes como una de las claves imprescindibles para allanar el camino a las «smart cities».

El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, corroboró esa apuesta por la colaboración público-privada, tanto desde el punto de vista de la relación municipal con Hidraqua como con otros muchos proyectos que llegan al Consistorio de la mano de otras firmas. En el primer caso, Pérez se refirió a la puesta en marcha de Dinapsis y afirmó que esta oficina debe tener una doble utilidad: como «punto de apoyo, por toda la trayectoria de gestión integral del agua que acumula Hidraqua en Benidorm» y como «palanca para dar visibilidad y ampliar todo lo que estamos haciendo desde el ámbito tecnológico».

Con respecto a otros proyectos fruto de la colaboración municipal con distintas empresas tecnológicas, el alcalde benidormense hizo especial hincapié en los últimos avances que se han incorporado recientemente a la trama urbana, como la red de «beacons», unos pequeños dispositivos ubicados en lugares estratégicos, como los paseos marítimos, el Castillo o el parque natural de la Serra Gelada, y que utilizan el sistema «bluetooth» para emitir mensajes de móvil a los usuarios que están en un radio cercano con propuestas o sugerencias de ocio en función de sus gustos; o el wifi gratis en la playa de Levante y otros puntos turísticos, implantado el pasado octubre por la empresa Cellnex Telecom y que, además de ofrecer mayor conectividad a los vecinos y turistas, permite conocer sus hábitos, páginas que visitan con más frecuencia, lugar de procedencia y otros datos «que nos pueden ser de gran interés a la hora de planificar nuevas acciones», expuso Toni Pérez.

¿Están preparadas las ciudades?

Valentí Roca, representante de la empresa de telecomunicaciones impulsora de este proyecto, amplió algunos aspectos sobre esta tecnología. El Product Manager de Cellnex Telecom destacó que Benidorm es una ciudad que «está muy bien preparada» y por ello es la tercera de España donde se ha implantado este sistema de wifi en las playas, proyecto que permite recopilar «información de los turistas muy valiosa» para la ciudad.

Ahora bien, Roca hizo hincapié en que muchas ciudades no sólo no están preparadas para implantar nuevos sistemas sino que tampoco están abiertas a ello: «Lo más importante es que una ciudad dé el paso a querer colaborar, innovar, que abra sus infraestructuras porque en un futuro será clave. Hace muchos años que hablamos de las 'smart cities', pero el tema es que a muchas empresas nos sigue costando lidiar con la Administración pública», afirmó. Y expuso algunos de los motivos, entre los que citó la «burocracia, que algunos temas son demasiado lentos, en algunos temas lo quieren hacer ellos y no tienen el 'know how'... Esto poco a poco está cambiando gracias, por ejemplo, a escenarios como Benidorm o Barcelona, que hacen ver a otras ciudades que gestionándolo ellos no van a ser capaces».

Por ello, el representante de Cellnex Telecom lanzó un aviso a navegantes: «La tecnología está ahí y va a llegar. Lo importante es detectar la necesidad y el uso concreto que le quieres dar. Sólo hay que ver la variedad de posibilidades que te ofrece a nivel ciudad: tapas de alcantarillado, recogida de residuos, monitorización de plazas de parking para informar a los usuarios de dónde tienen sitios libres, control de las zonas donde hay más flujos de público, etcétera etcétera».

¿Y el ciudadano?

Los dos representantes de la Administración pública fueron tajantes en considerar que cuanto más inteligente sea una ciudad, más se benefician sus ciudadanos, aunque ello a veces suponga un mayor coste en el precio de algunos servicios públicos. «El ciudadano tiene que entender que esto le beneficia, que son proyectos que aportan valor a la ciudad donde viven. Yo creo que sí está dispuesto a pagar siempre que haya transparencia», afirmó el alcalde de Benidorm, quien aseguró, por ejemplo, que cerca del 50% de usuarios que se conectan a la red de wifi gratuita de las playas son vecinos del propio Benidorm.

Opinión similar trasladó Raquel Huete, la directora general de Turismo, quien defendió la teoría de que «para que una ciudad sea exitosa turísticamente, quienes viven en ella se tienen que sentir bien y ser partícipes. Los ciudadanos tienen que ver que, gracias a ser una ciudad turística, aquí estamos innovando. Y en Benidorm ocurre exactamente esto». Su exposición fue, incluso, un punto más allá, dado que para Huete avanzar hacia la inteligencia urbana no ha de ser sólo una opción, sino una obligación para las ciudades turísticas. «Los turistas, en los países de los que muchos de ellos proceden, están ya acostumbrados a algunas mejoras, sobre todo en eficiencia energética y sostenibilidad, que también exigen aquí. Para poder tener turistas con un nivel adquisitivo más alto, para poder aumentar la rentabilidad hotelera, tenemos que demostrar que tecnológicamente estamos al mismo nivel de los países de los que vienen».

Para alcanzar este objetivo, la directora general de Turismo explicó que el Invattur trabaja en distintos ejes, como la sostenibilidad; potenciar los sistemas de calidad, certificados de eficiencia, premiar a las empresas que reduzcan su huella de carbono; la sensorización; el desarrollo de sistemas de información «big data» en colaboración con las universidades de Alicante o Miguel Hernández; así como el apoyo a la innovación, por medio del programa «Invattur Emprende».

Entre el hotel y el aula

Si algo ofrecen muchos de estos avances, además de dar una respuesta inteligente a las demandas de ciudadanos y turistas, son también ventajas para las empresas. Así lo expuso el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, quien aseguró que la tecnología «abarata costes y reafirma la postura ética del empresario con las 'smart cities', que no dejan de ser un sumando de iniciativas públicas y privadas que deben de ir a la par y con la misma fuerza interior». Para el dirigente de los hoteleros, «la digitalización es el equivalente a lo que la Ilustración fue en el siglo XVIII. Es la nueva religión, la religión de la eficiencia, de la sostenibilidad, el reto de un futuro mejor. Y en el caso de Benidorm, tenemos la suerte de que el Ayuntamiento se lo ha tomado en serio, aunque tenemos que ir todavía más allá».

Entre las aplicaciones que la industria turística ha dado ya a algunas de estas soluciones inteligentes, Mayor afirmó que se invierte «en lo último que va saliendo en innovación de ahorro de energía, de filtros, de grifos, de luces, de todo...» y habló de un caso concreto: un hotel que ha implantado un sistema en sus ascensores con un lector que obliga al turista a pasar la tarjeta para llevarle a la planta en la que está su habitación. «Los ascensores trabajan de manera más eficiente y, además, hay mayor seguridad, porque no sube nadie que no sea cliente del hotel», explicó el hotelero.

Y para que todo eso sea posible, es clave el papel de la Universidad y de los investigadores. Andrés Montoyo, el director de la Escuela Superior Politécnica de la Universidad de Alicante (UA), que agrupa todos los grados de ingenierías y Arquitectura, opinó que el conocimiento «está cuando traspasas fronteras. Cuando juntamos a un ingeniero de caminos con un informático o un arquitecto, es ahí donde realmente se ven productos muy interesantes».

Asimismo, rompió una lanza por la labor investigadora que se realiza en las universidades y sus resultados: algoritmos aplicados a grandes temas, avances en ciberseguridad, herramientas de análisis de redes sociales y un sinfín de posibilidades en el tratamiento de la información. «La tecnología nos permite estudiar todas las variables y saber qué hacemos bien y qué hacemos mal para anticiparnos a los problemas», afirmó. Sin duda, todo un reto al que se enfrentan las urbes.