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Benidorm derribará parte de un colegio público con graves daños en su estructura

Educación autoriza a demoler las antiguas viviendas de maestros del Leonor Canalejas pese a no tener aún el proyecto de reconstrucción

Benidorm derribará parte de un colegio público con graves daños en su estructura

No hay vuelta atrás. El Ayuntamiento de Benidorm va a echar abajo este mismo verano el bloque de las antiguas viviendas para maestros del colegio público Leonor Canalejas, construidas hace más de 50 años, con el objetivo de evitar que los daños de su estructura vayan en aumento y pueda acabar suponiendo un riesgo para docentes y alumnos. Así lo acordaron ayer el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, y la directora territorial de Educación en la provincia de Alicante, Tudi Torró, durante el encuentro que mantuvieron en la ciudad para abordar la situación de este centro.

El ala en cuestión está desalojada desde septiembre del pasado año, días antes del inicio del curso que ahora acaba de finalizar, cuando la Universidad Politécnica de Valencia trasladó al Ayuntamiento las conclusiones de un informe sobre la estructura del inmueble, donde venía a confirmar la existencia de daños estructurales y aseguraba, textualmente, que su seguridad estructural era «baja, en ocasiones alarmante», recomendando su total desalojo y su demolición. Tras tener conocimiento de estos datos, el Consistorio, que ya había apuntalado en junio parte de la planta baja, emitió una orden de desalojo de todos los servicios que se venían prestando en este bloque: desde el gimnasio, la cocina y el comedor escolar hasta el vivero de empresas y la sede de la Agrupación local de AMPAs, que también ocupaban parte del inmueble.

Durante la reunión mantenida ayer entre representantes municipales y autonómicos, que también incluyó una visita al propio colegio, la responsable de Educación avanzó verbalmente al alcalde la autorización de la Conselleria para ejecutar la obra de demolición en el Canalejas con cargo al presupuesto municipal, como ya ocurrió el pasado año con la sustitución del tejado de uralita del colegio Vasco Núñez de Balboa. Aunque por lo que respecta al Leonor, con una salvedad: desde que se detectaron los daños en la estructura del edificio, el Ayuntamiento siempre se había ofrecido a asumir el coste del derribo, siempre y cuando la Generalitat contara con un nuevo proyecto para reconstruir este espacio. Y, con él, dotar al centro de una nueva zona para el comedor escolar, gimnasio y otros servicios educativos. Sin embargo, esta condición, como ayer reconoció la propia Torró, todavía no se ha dado.

A pesar de ello, el alcalde y también delegado de Educación, Toni Pérez, explicó que el Consistorio ha optado finalmente por cambiar de criterio y anticipar el derribo, además de por una cuestión de seguridad, también por razones prácticas. «Tenemos los meses de julio y agosto en los que no hay niños ni actividad escolar para poder demoler y limpiar de escombros y, aunque la Conselleria no tiene definido aún el proyecto de futuro, hemos considerado que es la mejor opción para el conjunto de la comunidad escolar», dijo Pérez.

El Ayuntamiento cuenta con 75.000 euros reservados en el presupuesto municipal de 2017 para ejecutar esta demolición, que, según adelantó el primer edil, se sacará en las próximas semanas a licitación para adjudicar en el plazo más breve posible. El objetivo es que en el mes de septiembre, cuando se retomen las clases, el bloque esté totalmente derruido y el suelo libre de escombros; mientras, la Conselleria de Educación construirá un nuevo vallado para separar el patio del colegio y el solar resultante tras el derribo.

Se prolonga la provisionalidad

Entre las principales consecuencias que esta demolición y la falta de un proyecto de reconstrucción inminente traerán para la comunidad escolar está el hecho de que los alumnos del Leonor Canalejas seguirán un curso más con el comedor del centro habilitado de manera provisional en el salón de actos y teniendo que recurrir a un servicio de catering para servir la comida. Igualmente, tampoco podrán disponer de gimnasio y otras dependencias de las que estaba previsto dotar a este colegio.

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