El Ayuntamiento de Benidorm y la Asociación Independiente de Comerciantes (AICO) coincidieron ayer en que es necesario que el futuro centro comercial del polígono industrial esté unido peatonalmente a la trama urbana de la ciudad. Así quedó patente en la primera reunión de la mesa de trabajo creada por la administración local y AICO celebrada ayer para estudiar e implantar medidas de mejora y fomento de la actividad comercial.

El alcalde de Benidorm, el popular Toni Pérez, explicó que «la movilidad y la permeabilidad y conexión entre la futura zona comercial y la trama urbana han centrado el debate de esta reunión, máxime después de ponerse sobre la mesa la postura de la Generalitat ante dos peticiones hechas por el Ayuntamiento, aprobadas en pleno, y que son claves para lograr esa conexión peatonal: la conversión de parte de la CV-70 en vía urbana y la tranviarización del TRAM a su paso por Benidorm». Como previamente se había trasladado a los grupos políticos, durante la reunión se ha comunicado a AICO la negativa de la Generalitat a ceder al Ayuntamiento el tramo de la CV-70 que discurre por Benidorm, y la decisión de posponer hasta 2023 la tranviarización del TRAM en la ciudad.

Ayuntamiento y comerciantes han coincidido en que el TRAM es la principal barrera física a superar para lograr esa permeabilidad que haga más sencillos los flujos peatonales entre la trama urbana y el polígono. Por eso ambos irán de la mano para intentar que el Consell «reconsidere su postura y se replantee ambas peticiones».