Un nuevo rascacielos planea sobre La Cala de Benidorm. Pero esta vez sobre la primera línea de playa, una zona hasta ahora exenta de estos gigantes de hormigón que tanto abundan en la capital de la Costa Blanca y que, sin embargo, no se habían hecho un hueco en la avenida Vicente Llorca Alós. Este vial, que se prolonga durante cerca de dos kilómetros de forma paralela al mar desde el paseo de Tamarindos hasta la avenida Armada Española, albergará a medio plazo su primera gran torre de apartamentos. Así lo anunciaron ayer los representantes de la firma Goya Real Estate a los grupos de la oposición del Ayuntamiento benidormense, después de haber trasladado tiempo atrás sus intenciones al equipo de gobierno del PP, que dirige Toni Pérez. Así lo confirmaron fuentes municipales consultadas por este diario.

Hay que tener en cuenta que la firma que está detrás de este ambicioso proyecto ya ha comprado parte de la parcela del Gran Hotel Delfín, emplazado en primera línea de La Cala, para poder desarrollar este rascacielos, que según fuentes consultadas por este diario, será icónico, puntero y de gran calado para la ciudad turística. De ahí que la empresa responsable de la construcción mantuviera ayer un encuentro con todos los grupos políticos que conforman el Ayuntamiento de Benidorm. El objetivo es lograr el respaldo unánime de todos los partidos para tener de frente a la administración local. Algo importante si se tiene en cuenta que para levantar esta torre de viviendas deberán contar con una serie de permisos municipales.

De hecho, según explicaron ayer fuentes consultadas por este diario, la promotora en cuestión todavía no cuenta con la preceptiva autorización municipal ya que está por completar el trámite para segregar la parcela que han adquirido del Gran Hotel Delfín. Una gestión necesaria para desligar el nuevo proyecto del establecimiento hotelero que, hasta ahora, ha atesorado el suelo donde se levantará el primer rascacielos de usos residencia en primera línea de playa de La Cala.

Diseño y detalles

El diseño elegido para este nuevo rascacielos de Benidorm será a su vez un estímulo para el urbanismo local ya que tendrá forma de vela, según adelantaron ayer fuentes municipales. Un boceto que recuerda al hotel W de Barcelona, explicaron estas mismas personas.

Además, cabe destacar que este nuevo rascacielos contará con un total de 22 alturas y se prevé que incluya 44 viviendas, aunque esta cifra podría variar debido a que el proyecto puede experimentar cambios sobre el papel. No obstante, la intención es que cada casa cuente con cerca de 140 metros cuadrados y el precio de salida de cada unidad inmobiliaria podría rondar los 700.000 euros, como explicaron fuentes consultadas por este diario.

Se trataría, por tanto, de una oferta de lujo dentro de un sector que cuenta con otros rascacielos clave para la ciudad turística como el hotel Bali, el malogrado In Tempo o las torres Sunset Drive del grupo TM, todavía en fase de construcción. Todos ellos levantados a más distancia del mar que el futuro rascacielos anexo al Delfín.