La amplia oferta de plazas existente en Benidorm para escolarizar a niños de 0 a 3 años en el sistema público ha vuelto a quedarse corta un año más en la ciudad turística, tras registrar un nuevo incremento cercano al 2% en la solicitud de plazas. Así lo reflejan los datos provisionales de matriculación en Educación Infantil de Primer Ciclo, cuyos listados se publicaron ayer y en los que un total de 102 empadronados y otros 48 no empadronados se han quedado sin poder acceder a un pupitre en ninguno de los cuatro centros de la ciudad.

En concreto, las tres escuelas públicas municipales y el servicio de atención a la primera infancia (SAPI) Nanets han registrado un total de 380 solicitudes de cara al curso 2017-2018, de las cuales 264 eran de familias empadronadas en Benidorm desde hace más de 12 meses; 68 de familias que llevan menos de un año empadronadas y 48 de residentes en otros municipios cercanos. De ellas, han sido atendidas un total de 230 solicitudes, de las cuales 229 son de niños que llevan más de un año empadronados en Benidorm y tan sólo una de un menor cuyo empadronamiento es inferior a los 12 meses exigidos, según los datos de los que dio cuenta ayer el alcalde y concejal de Educación, Toni Pérez.

Ahora bien, pese a que el 27% de los niños que solicitaron plaza no podrán acceder a las guarderías municipales en primera convocatoria, para algunos de ellos queda todavía un halo de esperanza.

La incorporación de cara al próximo curso de dos nuevas aulas experimentales para niños de 2 años en los colegios públicos Aitana y Vasco Núñez de Balboa, que se suman a la que ya existe desde 2015 en el Puig Campana, aportará al sistema hasta 54 plazas de P2 que todavía están vacantes y que, ahora podrían absorber la demanda de matrícula que se ha quedado excluida en esta franja de edad.

El edil de Educación explicó que hay un total de 47 niños de 2 años -24 empadronados desde hace más de un año y 23 desde menos- a la espera de plaza, por lo que todos ellos podrían ser redirigidos ahora a la oferta en las nuevas aulas de P2 y todavía quedarían cuatro vacantes para otros escolares nacidos en 2015 que solicitaran plaza. Pérez destacó que, aunque serán ahora las familias de estos menores quienes decidan si optan por esperar a que quede vacante algún pupitre en las guarderías municipales o por acudir a estas aulas experimentales en colegios, «sería la primera vez que el sistema público pudiera dar cabida a toda la demanda para niños de 2 años de la familias de nuestra ciudad».