Nueva vuelta de tuerca a la normativa local que regula la instalación de veladores en la vía pública con el fin de frenar la proliferación de mesas y sillas en algunas de las vías más saturadas de Benidorm. El equipo de gobierno popular y los grupos de la oposición acordaron ayer revisar las tarifas que hasta ahora se vienen cobrando a los hosteleros por sacar mesas y sillas a las calles de la ciudad turística para adecuar los precios a la realidad actual. Así lo confirmó ayer la edil de Hacienda, Lourdes Caselles, a preguntas de este diario, tras mantener una reunión con representantes del resto de grupos y pactar que sean los técnicos municipales quienes se encarguen de desarrollar un estudio para bajar o subir las tarifas, según la zona examinada. Una propuesta que, después, será supervisada por los concejales, de forma previa a su aprobación.
Hay que tener en cuenta que, en estos momentos, la ordenanza fiscal número 20, que regula la ocupación de la vía pública y, por ende, la instalación de veladores, ya establece diferentes precios en función de las zonas en las que se coloquen las terrazas. Así, por ejemplo, las calles aledañas al Castillo, la plaza del Torrejó o la concurrida calle Gambo registran una de las tarifas más elevadas de la ciudad, llegando a pagar 1,5 euros por mesa y silla cada jornada. En cambio, en avenidas más alejadas del centro histórico, como Jaime I o Alfonso Puchades la cifra se rebaja hasta los 30 céntimos al día, debido a la escasa afluencia peatonal.
Llama la atención que en la zona comprendida entre «la antigua carretera de Alicante a Valencia, hasta el mar» el precio a pagar por sacar una mesa y cuatro sillas cada día sea de 75 céntimos. Esta franja aglutina las estrechas calles del casco antiguo, como Santo Domingo, una de las vías más colapsadas de toda la capital de la Costa Blanca y que más afluencia de peatones registra debido a su atractivo turístico. Con todo, la tasa que pagan los hosteleros de esta calle por los veladores se reduce a la mitad que lo que abonan en la comercial calle Gambo.
De ahí que ya se ha planteado esta revisión de la norma local. «Desde que se aprobó la ordenanza hasta ahora hay calles que han visto incrementado su tráfico peatonal y otras que lo han reducido», valoró ayer la edil Lourdes Caselles, quien indicó que el objetivo es «revisar los precios para adecuarlos a la realidad actual y al uso que se está haciendo de los veladores».
Por su parte, los ediles del grupo municipal Ciudadanos (Cs) reclamaron durante el transcurso de la reunión celebrada durante la mañana de ayer que se incremente el precio de las sanciones por exceder el espacio autorizado para la instalación de mesas y sillas en la vía pública. «Ya que se está revisando la ordenanza creemos que debería aumentarse el coste económico de las multas», lanzó el concejal Juan Balastegui, ya que, a su juicio, si por cada mesa de más que se instala sólo se abona una cantidad mínima al final al establecimiento le sale a cuenta abonar la sanción.
Pioneros en la regulación
No hay que olvidar que el actual gobierno local de Benidorm, que dirige el alcalde popular Toni Pérez, ha sido pionero a la hora de implantar medidas para frenar la proliferación de terrazas en la vía pública. Así, hace un año, el ejecutivo municipal obligó a las bares y restaurantes de las calles del casco histórico y del centro de Benidorm a recolocar sus veladores y ajustarse al número de mesas y sillas permitido en función de las dimensiones de su fachada para evitar las molestias a los peatones a la hora de atravesar algunas de las calles más saturadas. Un caballo de batalla que ahora volverá a ser actualidad con la subida que ya examinan los técnicos municipales con el fin de liberalizar espacio para el peatón.
