El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha localizado más de 180 kilos de pescado ilegal y ejemplares de langosta muertos en la lonja de Altea, cuyo destino era su venta en distintos puntos de la provincia alicantina.

Según un comunicado del instituto armado, esta aprehensión se enmarca dentro del Plan Anual de Control e Inspección de las Actividades Pesqueras (Paciap).

El pescado decomisado pertenecía a diferentes especies, como pulpo, pescadilla y rape, entre otras, y había sido capturado y comercializado de "forma ilegal", señala la nota de prensa.

Todos ellos eran ejemplares con tallas o pesos no reglamentarios, y carecían de etiquetado y de cualquier documento que acreditase su trazabilidad.

Además, en la misma intervención se hallaron "varios" ejemplares de langosta muertos para los que estaba previsto el mismo destino: su venta en establecimientos de la provincia de Alicante con "el peligro que ello conlleva para el consumo humano", según la Guardia Civil.

De estas intervenciones se han instruido actas sancionadoras por los agentes, que han sido puestas a disposición de la Conselleria de Agricultura.

El pescado decomisado que era apto para el consumo ha sido entregado a centros benéficos.