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Por las continuas fugas

El Hospital Marina Baixa cierra en verano una planta para renovar tuberías por las continuas fugas

El mal estado de la red obliga a invertir 72.000 euros en la sustitución de las cañerías - CC OO alerta del colapso que puede causar el cierre de 34 camas en temporada alta

Uno de los reventones registrado en el Hospital en los últimos meses.

El Hospital Comarcal de la Marina Baixa, ubicado en La Vila Joiosa, cerrará este verano una planta de hospitalización para iniciar la renovación de la red de tuberías, la mayoría de las cuales apenas se han modernizado ni mantenido desde la construcción del edificio, hace ahora 31 años. Así lo avanzaron fuentes de la dirección del departamento a representantes de sindicatos, ayuntamientos y vecinos, durante la última reunión del Consejo de Salud Comarcal, donde se dio cuenta de este proyecto que se prolongará hasta bien entrado 2018.

La decisión de iniciar ahora este proceso de sustitución de la red hídrica del Hospital responde, básicamente, a una necesidad inaplazable. No en vano, como ha venido contando este diario en multitud de ocasiones, el mal estado de las cañerías ha provocado en los últimos meses continuos reventones y fugas de agua que han afectado a distintos departamentos: desde laboratorios a oficinas, habitaciones de los propios pacientes o zonas de consulta como las de Oncología o Traumatología. Y, con ellas, las consiguientes molestias a la hora de tener que aplazar visitas, suspender analíticas o remitir las muestras biológicas a otros hospitales hasta la caída, el pasado septiembre, de un techo de escayola en el laboratorio de Bioquímica que, al ocurrir de madrugada, se saldó afortunadamente sin provocar heridos. Y no han sido los únicos problemas derivados del mal estado de la red.

En junio del pasado año, la dirección del Hospital tuvo que remitir una circular a los responsables de todos los departamentos, sanitarios y pacientes ingresados alertándoles de que el agua no era apta para el consumo humano. También se colgaron carteles en la mayoría de aseos públicos del hospital. La alarma se produjo después de que el departamento de Salud Pública, en una analítica ordinaria, detectara la presencia de partículas contaminantes en las tuberías del edificio, que entonces se atribuyeron a los tratamientos de limpieza y desinfección que se habían llevado a cabo unas semanas antes tras detectar la presencia de la bacteria de la legionela.

La prohibición de beber se prolongó durante seis días y, aunque entonces la situación se saldó sin incidentes, sigue siendo bastante habitual abrir el grifo y que el agua salga turbia en cualquier planta del centro.

Solución anticipada

Ante todo ello, la gerencia del departamento ha decidido adelantar sus planes y comenzar a dar solución a este problema desde ya. Así lo confirmaron distintas fuentes, que explicaron que el primer paso se dará este verano, con el cierre de una planta de hospitalización para cambiar las tuberías de todas las habitaciones y zonas comunes. En este proyecto de remodelación integral de las cañerías se invertirán 72.000 euros y, aunque arrancará este mismo verano, el grueso se ejecutará a partir del próximo año.

La sustitución de cañerías por otras más modernas en el Hospital ha sido calificado como una actuación «de extrema necesidad», por parte de CC OO. No obstante este sindicato también alertó del posible colapso que puede provocar para la atención sanitaria el cierre de una planta completa de hospitalización, lo que supone que habrá en servicio 34 camas menos en plena temporada alta. «Sabemos que es una obra muy necesaria, pero igual el momento no era el más adecuado. Esperemos que no tenga consecuencias», agregaron.

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