En un continuo «día de la marmota». Así viven parte de los vecinos del turístico paseo de Levante de Benidorm a causa del grupo de cantores que, cada mañana durante algo más de una hora, ocupan el mismo espacio en la playa para desarrollar su particular «concierto». Un recital que puede llegar a congregar a más de un centenar de personas que, atraídos por las canciones que entonan, se suman a la fiesta sin dudarlo. Todo un espectáculo que irrita y desespera a las comunidades de propietarios situadas a esta altura del paseo, que ya no saben qué hacer para escapar del sonido. Por ello, han decidido dar un paso al frente, y han presentado un escrito al Ayuntamiento, al que ha tenido acceso este diario, para solicitar que «este grupo de cantores sea trasladado de inmediato a otro lugar alejado de esta zona para poder restablecer de nuevo la "tranquilidad" y la concordia».
Cabe recordar que no es la primera vez que este grupo de aficionados al cante despierta la furia de los vecinos de la ciudad. Así, el coro ya ha tenido varias ubicaciones. Si bien nació a la altura del hotel Bilbaíno, en la zona del paseo más próxima al casco histórico de la ciudad, terminó por desplazarse unos 300 metros frente a discotecas como Moon Beach o Ku Lounge y, tras las peticiones de los bares, volvió a cambiar el punto de encuentro, emplazándolo unos 100 metros más abajo, frente a varios bloques de viviendas. Una solución que no convence a estas comunidades de propietarios, quienes «sufren» cada mañana estos recitales, que llegan a congregar a un centenar de personas que, poco a poco, van elevando el tono hasta llegar a traspasar los cristales de las casas.
«Realizan unos cánticos organizados, con director incluido, en plan coro, provocando un ruido insufrible y creando muchas molestias, tanto para los que se encuentran en la playa, comercios, bares, peatones, etc... pero sobre todo, a los vecinos de alrededor que en sus casas atraviesa un murmullo, que se hace insoportable», describen en su carta los residentes afectados a la vez que califican de «falta de respeto» que un grupo «no legalizado, y no residentes en su mayoría, puedan realizar una actividad tan molesta, cuando no tienen permiso y vienen de ser trasladados de otro lugar de la playa al ser expulsados por la misma causa». De ahí que soliciten su expulsión de esta parte de la playa.
Según fuentes municipales, la jefatura de la sección de Playas de la Policía Local ya ha hecho un informe sobre la problemática que ha sido trasladado al concejal de Seguridad, Lorenzo Martínez, para que decida qué hacer al respecto. El contenido de ese informe no ha trascendido, si bien queda en manos del edil actuar o no al respecto.
Desde el grupo municipal Ciudadanos (Cs) criticaron esta situación y lanzaron que « a la vista de las quejas que existen por parte de los vecinos sería necesario que el Ayuntamiento actúe y traslade esta actividad a otro lugar. «Parece que el concejal tiene miedo de tomar alguna decisión al respecto», consideró el edil de Cs Juan Balastegui, quien lamentó que los residentes de estas viviendas que quieran estudiar o dormir a esas horas no pueden.
Por su parte, desde el coro de mayores aficionados se mostraron abiertos a dialogar y aseguraron no ser conscientes de estas nuevas quejas. «Es cierto que un día bajó una señora a protestar porque su hija no podía estudiar, pero pensabamos que era algo aislado», explicaron a la vez que ensalzaron la labor que realizan. «Para muchas personas cantar durante un rato es el único estímulo que tienen en su día y lo hacemos sin ánimo de lucro», recordaron a la vez que apuntaron que «desconocen si exceden de los decibelios permitidos». Sobre la idea de rotar lugar fueron tajantes. «Debemos estar en un sitio fijo, porque hay personas que vuelven de tanto en tanto y se trata de algo espontáneo», zanjaron.
