Los trabajadores de los departamentos de Emaús de Menores, personas con diversidad funcional y mujeres maltratadas, están al límite de la desesperación. Ayer se concentraron en el balcón del Ayuntamiento de Altea y en la plaza más de medio centenar de empleados de los centros que Emaús tiene en Altea y Relleu exigieron el cobro de sus salarios, que no reciben desde hace siete meses.

Muchos están al límite de su situación anímica y económica, «y ya se han dado casos de que están produciéndose bajas por depresión», según manifestó ayer el presidente del Comité Emaús, Daniel Montiel. «Llevamos seis años aguantando como podemos una situación insostenible para nosotros y nuestras familias. Trabajamos sin recibir un euro y la situación es desesperante y agónica para muchos de nosotros».

El cambio de postura de la administración concursal al aceptar que los inmuebles de la asociación sean entregados a cuenta de la deuda con los bancos ha sido un soplo de esperanza para la continuidad del servicio que está prestándose. Sin embargo, «está también la parte humana de los trabajadores». Por ello, «seguimos manifestándonos aquí y la próxima semana ante la Consellería para que cumplan su promesa de que el pasado día 8 comenzarían a pagarnos lo que nos deben».

Montiel indicó que los inmuebles están habilitados para dar el servicio de atención «no las asociaciones o empresas, por lo que es urgente que se licite un nuevo pliego de condiciones para optar al servicio otras entidades y se mantengan los puestos de trabajo».