La donación de un friso ubicado en el edificio que antaño albergó el hotel Selomar -cerrado hace una década- al pueblo de Benidorm ha recrudecido, aún más si cabe, la batalla judicial que libran desde hace meses los dueños de este inmueble, ubicado en primera línea de la playa Levante, y el grupo inversor interesado en su compra. Así, la cesión gratuita de este vistoso elemento de una de las fincas más emblemáticas de la ciudad turística, que se aprobó en el pleno ordinario del último mes, ha pasado a formar parte de la causa abierta en un juzgado de Madrid para dilucidar si la venta del edificio sigue en pie, como defiende la empresa denunciante, o se ha roto, según argumentan los dueños del inmueble, la conocida familia Almodóbar, de la que forma parte el senador del PP por Alicante, Agustín Almodóbar.
Como se recordará, la operación de compraventa se alcanzó de forma previa al incendio que, tras el verano de 2015, arruinó parte de la finca y, a su vez, desbarató las condiciones que ya se habían pactado durante las negociaciones entre ambas partes. Unos hechos que terminaron por convertir en papel mojado el acuerdo y desataron una guerra judicial por el inmueble entre ambas partes.
Así las cosas, la cesión del mítico friso que viene decorando desde hace años la fachada de este edificio no ha hecho más que echar leña al fuego abierto entre propietarios e interesados. Por ello, el grupo inversor francés que quiere adjudicarse al inmueble para devolver al misma la actividad hotelera y que todavía mantiene viva la liciencia municipal de obra para reformar la finca ha alertado al juez que instruye la causa sobre la controvertida cesión y también ha mostrado su malestar ante el Ayuntamiento, a través de un escrito. «Consideramos que no es factible efectuar dicha cesión en este momento debido a la situación "sub iudice" en que se encuentra la propiedad del bien. Esto, por tanto, solo podría decidirse en el futuro, una vez que la contienda judicial haya quedado resuelta», ha alertado el grupo interesado en la compra del inmueble al Ayuntamiento, como se expone en un documento al que ha tenido acceso este diario. En cambio, fuentes municipales dijeron no tener conocimiento del mismo, a preguntas de este periódico.
Polémica en la cesión
No hay que olvidar el tenso debate político que generó la cesión de este friso al Ayuntamiento de Benidorm. Así, el grupo municipal popular agradeció en diversas ocasiones a la familia del señador del PP Agustín Almodabar la «generosidad» por la cesión mientras que Compromís-Los Verdes, grupo que, inicialmente, había pedido la entrega de este friso, recordó que la finca lleva años abandonada pese a estar en uno de los sitios más transitados de la ciudad.
