Efectivos de la Guardia Civil han decomisado más de 400 kilos de pescado capturado ilegalmente, en el marco de una operación contra la pesca furtiva desarrollada esta semana en la costa de Altea. La intervención se ha saldado con el decomiso de una gran cantidad de pescado, en su mayoría lubinas, que tenían como principal destino final la venta en restaurantes y pequeños comercios, tal y como indicaron ayer fuentes del Instituto Armado a través de un comunicado.

La operación se ha desarrollado conjuntamente entre guardias civiles de Calp y agentes de la Patrulla Fiscal de la Guardia Civil de Altea. Los efectivos desplegaron durante varias noches un dispositivo especial de vigilancia en la costa alteana, que incluyó la realización de diversas observaciones en puntos estratégicos, equipados con cámaras térmicas.

En uno de estos controles, la Guardia Civil detectó la presencia de una embarcación que se alejaba de la costa, sin luces, y que regresaba algunas horas después, entrando en el puerto deportivo de Portosenso de Altea.

Los agentes interceptaron la embarcación a su llegada a puerto, identificando a sus tripulantes e inspeccionando la carga que llevaban a bordo, que resultaron ser más de 300 kilos de pescado, que ya habían empaquetado en cajas de plástico, listos para su posterior distribución.

En el puerto también se encontraba otra persona, que esperaba con un vehículo cerca de la zona de desembarque, preparado para cargar las cajas de pescado.

Tan solo una noche después, los miembros del operativo volvieron a detectar otra embarcación, que realizaba la misma operación que la de la noche anterior, aunque en esta ocasión tan solo habían logrado pescar unos 70 kilos de pescado, que también fue decomisado por la Benemérita.

Sin permisos

Desde el Instituto Armado explicaron ayer que ninguna de las dos embarcaciones detectadas en este operativo disponía de licencia de pesca para embarcaciones de recreo, una documentación que es emitida por Generalitat Valenciana tras el pago de una tasa de 41 euros, y que es válida para dos años.

Además, en ambos casos habían superado el límite de pesca establecido por la Ley de Pesca 5/2017 de pesca marítima y acuicultura la Generalitat.

El pescado decomisado, en su mayoría lubinas, tenía como destino la venta ilegal a restaurantes y pequeños comercios. Después de ser incautado por los agentes de la Guardia Civil, todo el género ha sido entregado a varios centros benéficos de la zona.