Una auditoría externa contratada por el Ayuntamiento de Benidorm ha detectado decenas de incumplimientos en materia de seguridad y de prevención de riesgos laborales tanto en la Casa Consistorial como en el resto de centros de trabajo dependientes del Consistorio: un total de 49 dependencias municipales -abiertas o no al público-, en las que trabajan ni más ni menos que 849 empleados. O, dicho en otras palabras: «No hay evidencias de que se haya elaborado e implantado un plan de prevención de riesgos laborales, integrando éste al sistema general de gestión de la Organización, tanto en el conjunto de sus actividades como en todos sus niveles jerárquicos», tal y como recoge el documento en el apartado de conclusiones.

El informe, al que ha tenido acceso este diario, constata todo un rosario de apuntes de «no conformidad mayor» sobre una treintena de elementos analizados, tanto mediante una inspección «in situ» como por medio de entrevistas personales realizadas a diverso personal municipal: desde funcionarios relacionados con la prevención como seleccionados al azar. Una «no conformidad mayor» que, para que nos entendamos, implica la «ausencia o no aplicación sistemática de un requisito o conjunto de requisitos de un elemento del sistema de prevención de riesgos laborales, del cual es probable que pueda derivarse alguna situación de riesgo o baja eficacia del sistema preventivo», tal y como explica el propio informe en sus apartados de evaluación.

Entre los incumplimientos detectados por esta auditoría, los hay de todo rango: desde el hecho de que el Ayuntamiento no disponga de «un plan de prevención documentado a disposición de la autoridad laboral» a la existencia de «cuadros eléctricos abiertos o sin tapa en el almacén municipal»o que el «electricista del almacén municipal no dispone de pantalla de protección contra riesgos eléctricos», pasando por un amplio abanico de deficiencias en apartados como el plan de prevención y organización de la prevención; la evaluación de riesgos y controles periódicos; la planificación; el control de riesgos; la investigación de daños a la salud; las instalaciones y equipos de trabajo; los equipos de protección individual; las medidas de emergencia, riesgo grave e inminente; la información y formación del personal; la consulta y participación; la coordinación de actividades empresariales; los trabajos de especial peligrosidad; los lugares de trabajo y señalización y la documentación.

Labores de peligrosidad

Entrando en el terreno de casos más concretos, la auditoria, que firma la empresa Entidad Auditora de Riesgos Laborales, con sede en el valenciano municipio de Paterna, se expone cuestiones como la no constancia de que se hayan identificado los trabajos de especial peligrosidad; ni que se hayan evaluado riesgos como la «manipulación manual de cargas para puestos de almacén o educadora, pantalla de visualización de datos para el personal de oficinas o vibraciones para el puesto de carretillero». Igualmente, se expone que sí se ha confirmado que se realizan visitas anuales a los diferentes centros de trabajo «pero no hay constancia de controles periódicos de las condiciones de trabajo y la actividad de los trabajadores en función de las evaluaciones de riesgo».

Mención aparte merecen aspectos relacionados con la siniestralidad laboral, dado que la auditoría expone que, si bien sí se registran los accidentes en el sistema, no hay constancia de que cuando se produce un daño a la salud «se lleve a cabo una investigación al respecto, a fin de detectar las causas de los hechos».

Por último, también se pone en evidencia la falta de información y formación del personal en asuntos como la prevención o las medidas de emergencia a adoptar en cada uno de los centros de trabajo; el hecho de que no se hayan «analizado las posibles situaciones de emergencia y adoptado las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores»; así como la «revisión de los equipos de protección contra incendios, de aparatos a presión, aires acondicionados e inspecciones de legionela».

Críticas de Compromís

Ante los resultados de esta auditoría, el grupo municipal Compromís-Los Verdes en el Ayuntamiento de Benidorm ha criticado duramente la situación, asegurando que «durante años y años la política de prevención de riesgos ha sido mínima, si no inexistente». El portavoz nacionalista, Josep Bigorra, lamentó la falta de planificación en la prevención de riesgos, «de lo cual se derivan el resto de deficiencias» y lamentó, por un lado, la falta de información a los trabajadores y, por otro, la inactividad del Comité de Seguridad y Salud, que, según manifestó, no se reúne desde el año 2013.