Una intervención certera que evitó lo que podría haber acabado en algo mucho peor. Un policía local de Callosa d'en Sarrià redujo a un hombre que profería insultos a tres menores de edad y propinó un empujón a uno de ellos antes de que el agente tomase parte. Los hechos ocurrieron la tarde del domingo en el Cruce de Benidorm, cuando el agente, que en ese momento estaba fuera de servicio, paseaba con su hijo de 17 meses y se topó junto a otros testigos con los hechos.

Según relataron a este diario, el detenido, al parecer un toxicómano con antecedentes policiales, insultaba sin motivo aparente a dos niños y una niña de 12 y 13 años, tras lo cual empujó a la menor de malas formas e intentó agredir al resto. Al observar lo que ocurría, el agente, cuyo nombre es Ethan, pidió ayuda para que se hicieran cargo de su hijo y se identificó al agresor pero, al ver que no se calmaba y que también intentaba en repetidas ocasiones agredirle a él, lo redujo con una maniobra defensiva y le puso unos grilletes mientras esperaba la llegada de refuerzos para poderse hacer cargo del detenido, siempre según las mismas fuentes.

Cuando llegaron las patrullas, el arrestado, que presentaba un estado de excitación palpable, se autolesionó dentro de un vehículo policial, dándose golpes contra la mampara de protección de los agentes, según los testigos.

Igualmente, uno de los menores y su madre sufrieron una crisis de ansiedad por todo lo ocurrido. Al arrestado ya se le ha citado para un juicio rápido por estos hechos, acusado, entre otros, de supuesto delito de atentado contra un agente de la autoridad.