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El PGOU de Altea, bajo luz y taquígrafo

El Partido Popular pide que el Consejo Local de Urbanismo aclare el estado del plan de ordenación urbana

El PGOU de Altea, bajo luz y taquígrafo

La revisión del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) está generando discrepancias entre la oposición y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Altea por la caducidad de la suspensión de licencias de construcción que ha tenido lugar este mes. Por una parte, el grupo municipal del PP denunció esta semana que el pasado día 10 caducó la suspensión de licencias de construcción «después de estar paralizadas dos años como parte del proceso de realización del nuevo Plan de Ordenación Urbana», según su portavoz Jesús Ballester; y por otra, la concejala de Urbanismo, Imma Orozco, restó importancia a las consecuencias de la finalización del plazo de suspensión de licencias por la redacción del nuevo PGOU porque «aunque suspensión implica la vigencia del Plan General de 1982 en los ámbitos afectados, también lo es que ninguno de los planes parciales afectados hasta ahora por ello podrá ejecutarse sin más, ya que se encuentran pendientes de su propia tramitación».

Ante esta contestación del equipo de gobierno, el PP pidió el viernes una reunión del Consejo Local de Urbanismo «para que aclare cómo está actualmente la revisión del PGOU». Ballester afirmó que dicho organismo no se reúne desde noviembre de 2015, ·cuando finalizó el periodo de participación vecinal para dicha revisión».

«Ocultismo»

«El tripartito (Compromís, PSOE y Altea amb Trellat) ha actuado con ocultismo hacia la ciudadanía, además de no dar posibilidad de opinión a la participación ciudadana, como han pregonado siempre sus dirigentes», afirmaron desde el PP. Para el portavoz popular, la contestación de la concejala de Urbanismo «es incongruente» y por ello «desde el Grupo Popular exigimos al alcalde de Altea que convoque el Consejo Local de Urbanismo, y que los técnicos municipales informen a sus miembros de las repercusiones reales que va a suponer esta caducidad del periodo de suspensión de licencias».

Jesús Ballester afirmó que la ley «prevé un periodo máximo de dos años desde la aprobación inicial del PGOU hasta la aprobación definitiva. Se han dejado pasar dos años con una inacción vergonzosa y a partir de ahora se acabó la tranquilidad para hacer un PGOU sin sobresaltos. Esto va a romper con el trabajo de la legislatura 2011-2015 (con gobierno del PP) que intentó modificar el modelo urbanístico de 1982 a un modelo con un crecimiento sostenible. La caducidad del plazo de suspensión de licencias aboca al municipio a tener de nuevo vigente el PGOU de 1982, por lo que ahora se podrá edificar en aquellos espacios que el nuevo PGOU preservaba y cualquier constructor o promotor podrá solicitar la licencia en base al mismo», aseveró el edil.

Planes parciales

La concejala de Urbanismo no es de la misma opinión. Imma Orozco afirmó esta semana que los planes parciales de Carbonera o El Pontet se encuentran pendientes de su propia tramitación, «y con el vigente plan del 82 no pueden ejecutarse sin más. Otros, como Montahut, llevan su tramitación de manera independiente a la revisión del Plan General, gracias al impulso dado por este equipo de gobierno para solucionar una situación de alegalidad después de años de idas y venidas del PP que no hicieron más que complicar su tramitación».

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