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Dar 15 minutos de cortesía para entrar en el trabajo divide a los funcionarios en Benidorm

El Ayuntamiento vuelve a aplazar la implantación del sistema para controlar el acceso de sus empleados, que lleva prometiendo desde 2009

Un sistema de huella digital similar al que quiere implantar Benidorm.

¿Hacer la vista gorda ante un pequeño retraso o aplicar rigidez absoluta y exigir puntualidad británica? El debate está servido en el Ayuntamiento de BenidormBenidorm, en pleno proceso de elaboración de un reglamento para controlar la entrada y salida de los funcionarios a sus puestos de trabajo. Los retrasos en la redacción de este documento, al que todos los sindicatos han presentado alegaciones, es el nuevo motivo del gobierno local de la ciudad, del Partido Popular, para seguir sin poner en marcha el prometido sistema de huella digital, al que estarían sometidos todos los empleados públicos y asesores municipales. Así lo han confirmado a este diario fuentes del ejecutivo que, no obstante, afirman que su voluntad es que el sistema entre en funcionamiento en fase de pruebas «dentro de pocas semanas», sin especificar una fecha concreta.

La puesta en marcha de este mecanismo para que los funcionarios fichen ha sido uno de los temas estrella de los tres últimos gobiernos que han estado al frente del Consistorio: los dos que encadenó del socialista Agustín Navarro tras la moción de censura de 2009 y el del popular Toni Pérez, que gobierna desde junio de 2015. Éste último, al menos, sacó a licitación y adjudicó el suministro de los aparatos, con los que el departamento de Personal comenzó el pasado mes de febrero a capturar las huellas de los trabajadores, para elaborar un fichero identificativo. Entonces, la voluntad municipal era que el sistema estuviera plenamente operativo en el mes de marzo, pero fuentes del departamento de Recursos Humanos han confirmado que todavía a fecha de hoy, casi a finales del mes de abril, hay trabajadores que no han pasado a dejar la captura de su huella, otro de los factores que demorará todavía más la puesta en marcha de este servicio.

Exigencia horaria

Uno de los temas que más debate está generado es cuál será la exigencia del Ayuntamiento respecto de la puntualidad que tienen que tener sus funcionarios a la hora de incorporarse a su puesto de trabajo.

Actualmente, el horario general para los cerca de 800 empleados del Ayuntamiento de Benidorm -sin incluir a colectivos que tienen turnos distintos, como la Policía Local- es de 7.45 a 15.15, después de que en el año 2012 se probara la posibilidad de abrir una tarde a la semana, que después hubo que descartar debido, como entonces dijo el ejecutivo, al alto índice de absentismo.

Ante la voluntad de implantar este nuevo sistema de control de accesos, el Sindicato de Empleados Públicos (SEP) expuso en el seno de una mesa de negociación la posibilidad de contemplar dar 15 minutos de cortesía a los funcionarios a la hora de entrar al trabajo, justificando su petición, entre otras cosas, en que el elevado volumen de funcionarios en algunos edificios públicos, como en la propia Casa Consistorial, podría provocar colas en la entrada y generar retrasos a los trabajadores a la hora de fichar, según explicaron distintas fuentes a este diario.

La petición tiene defensores y detractores por igual. Quienes están a favor, apoyan los argumentos aportados por el SEP y trasladan su temor a que, en el caso de que el control se aplique con rigidez, estos posibles retrasos puedan derivar en una sanción para el trabajador.

No opinan lo mismo otros sindicatos, ni tampoco la jefatura de Recursos Humanos y el ejecutivo local. Fuentes del gobierno del PP consideran que dar estos 15 minutos de cortesía sería generar «un precedente y un trato de favor de los funcionarios con respecto al resto de trabajadores de la empresa privada, que en la mayoría de casos no tienen este privilegio». Mientras, sindicatos como el de Policías Locales y Bomberos (SPPLB) también creen que esta supuesta cortesía supondría un agravio con respecto a otros funcionarios, como los propios agentes policiales, «que además de tener un horario distinto al del resto de compañeros, han de cumplir a rajatabla con la puntualidad a la hora de iniciar el servicio», mantienen.

Otras dudas

Además de lo ya expuesto, los sindicatos también han alegado el reglamento al considerar que el mismo es mejorable y deja en el aire muchos aspectos. Por ejemplo, cómo controlar el cumplimiento de horarios en el caso de trabajadores que hacen turnos y los cambian con un compañero; cuando cumplen horas de más; o en los departamentos que llevan su propio sistema de control desde hace años.

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