Extraordinaria en volumen pero no tanto en rentabilidad. Benidorm se despidió ayer de la Semana Santa y, con ella, del primer lleno turístico del año sin lograr que este elevado índice de turistas se tradujera en incrementos de la rentabilidad. Así lo han avanzado diversos representantes del sector empresarial de la ciudad, principalmente en el campo de la hostelería, que destacaron que, pese a la altísima afluencia de público que ha colgado el cartel de «completo» en hoteles, apartamentos turísticos, playas y en sus propios negocios, el nivel de consumo no sólo no ha sido superior al del pasado año sino que incluso se ha visto algo mermado.

Javier del Castillo, presidente de Abreca-Cobreca, la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm, afirma que la hostelería «ha trabajado muy bien, con los locales a tope, pero se ha notado que la gente viene con el bolsillo más ajustado y mirando más los precios que en otras ocasiones», lo que ha acabado por provocar «un descenso de un par de euros en la media de consumo por cliente». El empresario, que regenta varios locales en la zona centro de Benidorm, pone números a su explicación: «Si antes un cliente gastaba unos 18 euros de media, este año han sido 16. Eso en una mesa apenas se nota, pero al final, sumando todos los servicios de todos los días de la Semana Santa, son muchos cientos de euros los que dejamos de ganar», agregó Del Castillo.

La sensación es compartida por otros restauradores de la ciudad. Por ejemplo, por Ignacio García, gerente del grupo Aurrerá, quien todavía es mucho más gráfico y contundente en su explicación: «Se han vendido más huevos que chuletas». A falta de cerrar el balance definitivo de estos días de Pascua en los nueve establecimientos de restauración de la cadena, su responsable explica que la primera impresión es que «gente ha habido tanta o más que otros años, pero se ha consumido menos» y cuenta de ello es que en sus negocios los lomos de buey han cedido este año protagonismo a los huevos rotos. «Es algo que hemos detectado que se ha repetido mucho estos días, pero ahora habrá que hacer números y ver los márgenes de un producto y el otro, para ver si al final compensa», agregó García Bosque.

Pese al ligero descenso del consumo, los hosteleros de la ciudad destacan que el balance de la Semana Santa, principalmente por el volumen de turistas, ha acabado siendo «muy bueno. Podría haber sido excelente, de no ser por el dato del consumo, porque sí se ha notado más gente y más movimiento que el año anterior, que ya fue bueno», añadió el presidente de los restauradores.

Pese al gran tirón de la Semana Santa en el mercado nacional, principalmente el llegado desde el centro y el norte de España, otra de las tónicas que destacan distintas fuentes del sector turístico es el peso que ha mantenido durante estos días el turismo internacional, principalmente el británico que, según explicaron, «ha trabajado muy bien y nos ha ayudado a cuadrar las expectativas».

Y no todo acaba aquí. La prolongación durante toda esta semana de las vacaciones escolares en algunas autonomías, como la Comunidad Valenciana o Navarra, permitirá a los hosteleros alargar los ingresos generados por la Pascua durante varios días de esta semana.

No obstante, desde Abreca alertan a las administraciones y a la Fundación de Turismo de la necesidad de cambiar de objetivos: «Para Benidorm el reto no es la cantidad sino la calidad. La cantidad de turistas ya la tenemos, y en fechas como Semana Santa, por descontado. Pero falta que el perfil sea cada vez más el de un turista medio-alto», concluyó Javier del Castillo.