La Semana Santa de Altea vivió su momento cumbre en la tarde-noche de ayer, viernes, con la procesión del Santo Entierro en la que desfilaron los pasos de cinco de las seis cofradías del municipio (Ecce Homo, Nazareno, Cristo del Sagrario, Santo Sepulcro y Virgen de los Dolores) pues la de la Virgen de la Esperanza salió el Miércoles Santo portada por los niños que este año toman la Primera Comunión. Acompañando a los pasos, procesionaron más de seiscientos cofrades. Cabe resaltar que el paso del Santo Sepulcro desfiló escoltado por cuatro agentes de la Guardia Civil, hecho que no ocurría desde 1981.

Con el recogimiento propio del Viernes Santo, la procesión se inició a las 20 horas en el templo de Nuestra Señora del Consuelo y discurrió por la plaza de la Iglesia y las calles Santa Bárbara, Honda, Portal Vell, Calvario, Alcoy, Sant Xotxim, Porrat y San José hasta desembocar de nuevo en el templo. Los 140 miembros de la única cofradía que sale ataviada con túnica y capirote rojos, la del Ecce Homo, inició la procesión precediendo al Nazareno. El Cristo del Sagrario, que estrenaba cofradía, era llevado, y acompañado, por sus más de 250 nuevos cofrades, mientras que al Santo Sepulcro, el paso más antiguo de Altea, lo acompañaron 160 cofrades además de ir escoltado por la Guardia Civil. El paso de la Virgen de los Dolores, que estrenaba trono, con su cofradía integrada solo por mujeres, completó la procesión junto al párroco, las autoridades municipales y la banda de la Sociedad Filarmónica Alteanense.

Las calles de extramuros de la antigua fortaleza de la nueva Altea fundada en 1617 estaban abarrotadas de gente que se mantenía en silencio al paso de la procesión. Los acordes interpretados por la Colla de Dolçaina i Tabalet de la Sociedad Filarmónica Alteanense, que acompañaba al Nazareno, más los cantos del coro de la Filarmónica que iba tras el Santo Sepulcro, las canciones que interpretaba el Dúo Bach junto a la Virgen de los Dolores, y los acordes de la banda de la Sociedad Filarmónica Alteanense ponían los pelos de punta mientras las calles eran todo silencio en comparación al bullicio de las terrazas de los restaurantes ubicados en los intramuros del casco histórico.

Los pasos y sus cofrades se habían puesto sus mejores galas para salir en la procesión del Santo Entierro. De las cinco cofradías salientes, la del Santo Sepulcro es la más antigua. Se fundó en 1963, aunque la actual imagen del Cristo Yacente del Santo Sepulcro está en Altea desde 1945 y la urna que lo acoge se construyó en 1964. El paso es llevado por 16 cofrades, dado que su peso supera los 800 kilos. Hace unos años fue restaurado y se le añadió pan de oro en las filigranas del nuevo trono hecho con madera de mobila. Por otro lado, la del Ecce Homo se caracteriza por el hecho de que sus cofrades marchan ataviados con túnica y capirote rojos, mientras que al Nazareno siempre lo llevan a hombros las mismas tres familias de Altea. Por su parte, la cofradía del Cristo del Sagrario se ha creado este año, después de que al final de las fiestas patronales en su honor del año pasado no saliese nadie para formar la nueva comisión de fiestas. La nueva cofradía está integrada por más de 250 cofrades.

Y finalmente, la cofradía de la Virgen de los Dolores está formada exclusivamente por casi un centenar de mujeres. En la procesión, la imagen es acompañada por estar ataviadas con el traje negro y teja con mantilla del mismo color. Este año se ha restaurado su trono eliminándole peso para que los porteadores sufran menos cuando bajan o suben las empinadas calles escalonadas del casco antiguo.