Más madera en la Semana Santa de Calp. La cofradía del Santísimo Cristo de las Tres Caídas añadió anoche dramatismo a su paso. La escena de Jesús sufriente, al que sólo el Cirineo ayuda a ponerse en pie, sumó ayer una nueva figura, la del centurión romano Lucius. El presidente de la cofradía, Ángel Nieto Varea, explicó que el centurión encarna el «poder de Roma» y señala el camino del Calvario, de la crucifixión, a Jesús de Nazaret.

Esta escultura añade verismo a una Semana Santa que no para de crecer. Las cofradías la hacen grande. Más madera, sí. Madera que estremece. El paso de las Tres Caídas, llevado con gran solemnidad por 54 porteadoras y porteadores, transmite solemnidad, pasión y fervor contenido.

Nieto subrayó que los cofrades acompañan en esta procesión a Jesús «con paso lento y acompasado, se diría que no quieren llegar al final de este fatídico trayecto. Es así como entendemos desde nuestra cofradía la Pasión de Cristo, cargados de esperanza».

Además, la música exacerba el sentimiento de esta procesión. Como todos los años, tras el trono, desfila la magnífica banda de cornetas y tambores La Dolorosa, de Oliva. Los acordes ponen los pelos de punta.

La procesión de anoche pone también de alguna manera el contrapunto a la de la Hermandad de los Gitanos. La Semana Santa de Calp es diversa, concilia dos maneras de concebir esta fiesta. El Poderoso es sentimiento desgarrado. Y el Cristo de las Tres Caídas es más solemne, de dolor contenido; estremece. Hoy se celebrarán otras dos procesiones, la de Jesús Nazareno, que comienza a las 21 horas, y la del Silencio, que arranca a medianoche.