La primera línea de la playa de Levante de Benidorm podría desprenderse de cara al verano de uno de sus principales «garbanzos negros». La propiedad del hotel Selomar, abandonado desde hace una década y afectado por un incendio que en 2015 destrozó parte de su fachada, ha comenzado las obras de limpieza y reparación de sus caras exteriores después de que el Ayuntamiento remitiera hasta dos órdenes de ejecución para exigir un mantenimiento, principalmente, por motivos de seguridad. Así lo confirmó ayer la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, y pudo comprobar también este diario, tras observar a varios operarios realizando labores de tabicado en la primera planta del edificio, como se observa en la imagen que acompaña a esta información.

Las obras dieron comienzo a finales de la pasada semana, después de que los propietarios, entre los cuales figura la familia del senador del PP Agustín Almodóbar, presentara tanto en el Servicio Provincial de Costas como en el Ayuntamiento la preceptiva declaración responsable.

Obras hasta el 31 de mayo

El proyecto que se va a ejecutar incluirá, por un lado, trabajos para mejorar la seguridad del edificio y, por otro, mejoras en la fachada. De hecho, según la edil de Urbanismo, está previsto retirar casi 2.000 metros cuadrados de lonas existentes en las tres fachadas, 122 metros lineales de marquesina metálica y otros 122 de vallado metálico en la planta baja. Igualmente, en la fachada principal se efectuará una revisión de la misma, la retirada y sustitución de las barandillas de la segunda planta y se colocarán revestimientos de voladizo, balconeras metálicas y las terrazas serán pintadas. También se retirará la barandilla del patio lateral.

La fachada lateral también será revisada, con la retirada de mobiliario de los balcones y el saneado de elementos defectuosos, mientras que en la trasera la actuación será similar, con actuaciones a su vez en la acera dañada.

Por último, según pudo saber este diario, también se procederá al tabicado completo de las primeras plantas y la planta baja, con el fin de evitar la entrada de okupas que, según se dijo en su día, podrían haber sido los causantes del incendio ocurrido en 2015. Según el proyecto, los trabajos estarían finalizados el 31 de mayo de este año.

Una sanción suspendida

La concejal de Urbanismo explicó que el inicio de las obras a las puertas de Semana Santa es algo «casual» y dijo que el periodo festivo tan sólo afectará a trabajos que se lleven a cabo en la vía pública. Por tanto, si los mismas se realizan en las primeras plantas o en el interior, no se verían afectados por la orden municipal de paralizar obras en verano o periodos festivo.

Previamente al inicio de estas obras, el Ayuntamiento ya había dictado una orden de ejecución en octubre pasado, que sin embargo fue desatendida por la propiedad del hotel. En febrero, un nuevo decreto volvía a dar un ultimátum para que se ejecutaran las actuaciones pertinentes en el edificio con la amenaza de ejecutar las obras con carácter subsidiario y cargar el gasto a los propietarios. Sin embargo, en marzo el gobierno local decidió suspender el decreto de sanción que la propia concejalía de Urbanismo había emitido hasta que caducase la licencia de obras.

En paralelo, la propiedad del Selomar lleva meses negociando con distintos fondos para encontrar un comprador para este hotel, sin que hasta ahora haya cuajado ninguna.