La propiedad del hotel Selomar ha iniciado ya los trabajos de saneado, conservación y mantenimiento del inmueble, situado en primera línea de playa y que desde hace años presenta un importante estado de deterioro.

Las obras dieron comienzo a finales de la pasada semana tras haber presentado tanto en el Servicio Provincial de Costas como en el Ayuntamiento la preceptiva declaración responsable. Según el proyecto, los trabajos estarían finalizados el 31 de mayo de este año.

Según la documentación del expediente a la que ha tenido acceso Efe, las labores se centrarán no sólo en mejorar la seguridad del edificio sino que se trabajará en las fachadas, en la planta baja y en los balcones.

Así, se retirarán casi 2.000 metros cuadrados de lonas existentes en las tres fachadas, 122 metros lineales de marquesina metálica y otros 122 de vallado metálico en la planta baja.

Las labores incluirán también actuaciones de mejora en los pilares de la planta baja, así como en el falso techo de esa planta, el pintado y una limpieza del soportal.

En la fachada principal se efectuará una revisión de la misma, la retirada y sustitución de las barandillas de la segunda planta y se colocarán revestimientos de voladizo, balconeras metálicas y las terrazas serán pintadas. También se retirará la barandilla del patio lateral.

La fachada lateral también será revisada con la retirada de mobiliario de los balcones y el saneado de elementos defectuosos. En la trasera la actuación será similar, con actuaciones a su vez en la acera dañada.

El Ayuntamiento ya había dictado una orden de ejecución en octubre pasado, que sin embargo fue desatendida por la propiedad del hotel.

En febrero, un nuevo decreto volvía a dar un ultimátum para que se ejecutaran las actuaciones pertinentes en el edificio con la amenaza de ejecutar las obras con carácter subsidiario y cargar el gasto a los propietarios, una medida que también fue solicitada por el grupo Ciudadanos.

Sin embargo, en marzo el gobierno local decidió suspender el decreto de sanción que la propia concejalía de Urbanismo había emitido hasta que caducase la licencia de obras otorgada.

El motivo esgrimido era que la licencia podría estar sin caducar "sine die" porque la misma se podía prorrogar mientras no comenzasen las obras, algo que no había sucedido.

El hotel Selomar, sin actividad y cerrado desde hace una década, sufrió un incendio que afectó a su seguridad y obligó a desalojar a 75 personas de edificios colindantes.