Temporada baja y turismo nacional de la tercera edad son conceptos estrechamente relacionados en Benidorm. La capital de la Costa Blanca es el destino peninsular favorito para el segmento senior durante los meses más fríos del año. Buena parte de ese atractivo se debe al Imserso, que desde hace décadas trae a miles de jubilados hasta la ciudad de los rascacielos durante el invierno. Una costumbre tan arraigada ya entre tantos pensionistas que los hoteleros creen que podría seguir adelante sin necesidad de formar parte del programa que coordina el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales y que, de un tiempo a esta parte, ocasiona más dolores de cabeza que otra cosa al sector debido a la congelación de los precios que, a su vez, ocasiona pérdidas para las cuentas de los alojamientos.

Tanto es así, que la patronal hotelera Hosbec emitió ayer un comunicado poniendo de manifiesto sus dudas sobre si continuar o no en el citado sistema. La alternativa sería vender por otras vías las plazas que en la actualidad se reservan para el Imserso, según adelantaron fuentes de la asociación empresarial consultadas por este diario. O dicho de otra forma, llegar al mismo nicho de mercado pero por otro camino. Una fórmula para poder incrementar levemente las tarifas sin necesidad de contar con el visto bueno del Gobierno central lo que, además, permitiría mantener operativa durante los meses de invierno una parte de la planta hotelera de la ciudad de los rascacielos y, por ende, los empleos de los centenares de trabajadores que dependen de la actividad hotelera en la capital de la Costa Blanca.

Una solución a la que se verá abocado el sector hotelero de Benidorm si no consigue que la Dirección General del Imserso se pliegue a sus peticiones sobre la subida de tarifas para las plazas del programa de vacaciones para la tercera edad. Algo que la patronal Hosbec ya trasladó el pasado mes de febrero al citado organismo y sobre lo que todavía esperan una respuesta.

Impacto y precios

Cabe destacar que alrededor de 6.000 plazas de las 40.000 que aglutina la planta hotelera de Benidorm se reservan al programa de vacaciones del Imserso durante los meses de invierno. La incidencia del sistema en el conjunto de alojamientos de Benidorm ronda, por tanto, un 15%. Un porcentaje importante pero no determinante que los empresarios del sector están convencidos de que lograrían dar salida y mantener la llegada de turistas senior a la ciudad de los rascacielos por vías alternativas al programa del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales. De esta forma, no acumularían pérdidas.

El problema reside en que los precios para estas plazas llevan congelados desde hace tres años mientras que los costes siguen creciendo. «Y claro, las cuentas ya no salen», lanzaron a través de un comunicado desde la patronal. «Los hoteleros son los principales sostenedores de este programa ya que desde hace varios años se está trabajando a pérdidas con estos precios. Con los precios que paga el programa Imserso ni siquiera se alcanzan los umbrales de rentabilidad o puntos muertos, por lo que las pérdidas cada año se hacen más grandes y evidentes para las empresas», apuntaron desde Hosbec.

«Tenemos el firme convencimiento que el usuario puede asumir un incremento en el precio de 2-3 euros por día, lo que significaría una aportación entre 14-21 euros más en sus vacaciones, teniendo en cuenta la calidad del servicio que se ofrece, que no tiene nada que ver con el programa de hace 15 años. Y es obligación de la administración pública buscar y proveer soluciones a este problema que se ha creado por ellos mismos, por un pliego de condiciones irresponsable e inadecuado a la realidad del sector y de los usuarios», explicaron ayer desde la patronal hotelera Hosbec. No hay que olvidar que los operadores de este programa están pagando 21 euros por persona y día en habitación doble en régimen de pensión completa, con vino y agua incluido, y toda clase de impuestos también incluidos en este precio. Así, descontando el IVA, supone que un hotel percibe sobre 19 euros por cada uno de los clientes alojados. «No se trata de ganar dinero. Simplemente con no perder más estaríamos contentos», zanjaron desde la asociación en una clara declaración de intenciones sobre la necesidad de replantear el programa.